
La elección papal más larga de la historia fue la de Gregorio X en el siglo XIII, que duró tres años. Tal fue el hartazgo que produjo esta demora que una de sus primeras medidas tras ser elegido fue establecer que los cardenales fueran recluidos bajo llave durante el cónclave, se les suministrara una sola y frugal comida y, a partir del quinto día,...