Una de ñoñismos: ¡diantre!, ¡sapristí!, ¡córcholis!


Atendiendo a la petición del respetable, hoy vamos a ver, sin que sirva de precedente, una serie de expresiones que poco o nada tienen que ver con el habla de Torrellas

Esto es así porque se trata de eufemismos para no tener que decir tacos o palabras soeces y en Torrellas, excepción hecha de "cojona" y "cataplines" de las que ya hemos hablado (1) y alguna que otra más, les gusta llamar al pan, pan y al vino, vino.

Las palabras que veremos pertenecen a lo que Cela llamaría "ñoñismos", es decir, sustitutos mojigatos de otras expresiones a las que ponemos bajo "arresto lingüístico" (2).

La primera, propuesta por Fran, es "diantre" o "diantres". Puede utilizarse como nombre o como interjección. En el primer caso se usa para enfatizar el sentido de una expresión interrogativa e indica extrañeza, incomprensión, contrariedad... por parte del hablante sin necesidad de recurrir a una grosería o blasfemar: "pero, ¿qué diantres ha pasado aquí?"Como exclamación, "¡diantre!" se utiliza para expresar enojo, disgusto, sorpresa o admiración. (3)

En sus orígenes la palabra diantre provenía del francés y se comenzó a utilizar para sustituir a palabras como "diablo" o "demonio" ya que existía la superstición de que, si se lo nombraba, algo malo podría ocurrir -"si al diablo por su nombre llamas, corriendo viene"-. de ahí que se buscara un término con el que referirse a él sin tenerlo que mentar. (4) 

En cualquier caso los más mayores de nosotros recordaremos la expresión de las series y de los dibujos animados que, como bien dice Fran, por aquel entonces estaban "doblados" en español latinoamericano.

Otra expresión,  propuesta en este caso por Rafa, es el galicismo "¡sapristi!" por "¡caramba!". Proviene de un  "Sacré Christ" deformado,eufemismo a mitad de camino entre el juramento y la interjección remilgada. (5) También nos acordaremos de que este vocablo aparecía pronunciado por varios personajes de tebeos como Mortadelo y Filemón, Anacleto: agente secreto, Tintín...y algunos más. Pero nunca hizo fortuna en la calle.

La lista de ñoñismos que utilizamos es muy extensa pero terminaremos con otro sugerido por Isa. Se trata de "¡córcholis!" y de su variante "¡recórcholis!", con las que se expresan sorpresa, admiración, contrariedad o disgusto frente a situaciones inesperadas. Se trata de eufemismos, unos dicen que para no decir "¡caramba!" (=carajo, pene) (6) y otros afirman que sustituiría a "¡coño!". (7)

"¡Córcholis!" y "¡recórcholis!" son, junto con otros vocablos como "¡caracoles!" o "¡repámpanos!", típicos eufemismos de horario infantil ya que eran abundamente utilizados por "Hannah Montana" o por Pedro, el de "Heidi".

Confieso que alguna vez se me escapó un taco en clase y tuve que reaccionar de inmediato pidiendo perdón: "...quise decir ¡caramba!, ¡recórcholis!...". Los chavales, entre risas, me seguían la corriente exclamando "sí, claro... ¡caracoles!, ¡recáspita!", "¡repámpanos!..." y nombrando una serie casi interminable de vocablos que, al menos, demostraban que el inglés quizás no, pero que el español lo dominaban.

¡Menos es nada, qué caray!


Notas:
(3) Léxico.
Imagen: Facebook.










A un burro hicieron obispo, no morir de cornada de burro, cachaza, pachorra, cuajo, dar la leche alterada, higados, buena burra hemos comprao, somarda

El burro, palabra derivada del latín  "burricus"=jamelgo y posiblemente también de "burrus"=pardorrojizo, (1) es uno de los animales más citados en el refranero español. De ahí se puede deducir la importancia que tuvo en la vida cotidiana del pasado, y más en entornos rurales como es el caso de Torrellas

Merecedor de mejor trato del que generalmente se le ha sometido, su nombre sigue siendo hoy innoble, sinónimo de brutalidad y estupidez, como demuestran los dichos y frases hechas propias del humor satírico que gastamos en nuestro país. Aquí van algunos ejemplos, utilizados en Torrellas y en cualquier otro lugar de España, sin que pueda rastrearse con claridad de dónde provienen o dónde comenzaron a ser utilizados antes.

Ese es el caso del primero, sugerido por Rafa hace algún tiempo, "a un burro hacían obispo y aún rebuznaba". Conocido en Valencia y en Castilla, el "aún" le hace suponer un origen aragonés. (2) Tiene muchas variantes pero el significado es común en todas partes: se aplica a quien se le presta atención y aún así protesta, a quien no sabe agradecer los favores y a quienes "a pesar de recibir un beneficio superior a sus merecimientos, se muestran quejosos y descontentos". (3) 

El dicho "a un burro hacían obispo y aún rebuznaba (se quejaba)" se completa a veces diciendo: "...y a otro que lo pedía no se lo daban", lo que da a entender lo mal repartido que está el mundo.

Otro dicho muy torrellano es "ese no morirá de cornada de burro", aplicado a quien es tan exageradamente prudente que evita el más insignificante de los riesgos, el menor atisbo de peligro. Vamos, que en cuanto estornuda va al médico.

De tal persona se dice, hiperbólicamente, que es imposible que muera siquiera de un hecho tan improbable como el de que un burro le dé una cornada. (4) Sin embargo, algunos autores recogen en sus obras que en Toledo, durante el siglo XVIII, recuas de borricos acarreaban continuamente cántaros de agua en angarillas de madera de las que sobresalían unos palos que propinaban "cornadas" a quienes iban distraídos por la calle. A dicho lance tan infamante terminaron llamándolo "cornada de burro", de ahí el dicho. (5)

Hay otras varias expresiones en Torrellas que aluden a los que "no morirán de cornada de burro". Una de ellas es "cachaza" o "cachazas" (6) que alude a la parsimonia y la lentitud del que no se inmuta por nada. También se dice que tiene "pachorra", que expresa la idea de gordura y pesadez, flema e indolencia. Se suele decir: "¡Qué cachaza/pachorra tiene!".

Otra expresión en la misma línea es "¡qué cuajo tiene!", (7) dicho de quien se considera que se comporta con excesiva calma, despreocupación o tranquilidad. Para una mujer que mostrase la misma pachorra, se diría "¡no dará la leche alterada, no!" aludiendo a su lentitud y al poco mal que se da por nada. 

Uno de los mitos sobre la lactancia era que si la madre sufría un enojo o una impresión muy fuerte su leche podría disminuir o incluso hacerle daño al bebé. Ciertamente la madre transmite sus emociones al bebé porque ambos están íntimamente conectados pero esto no se debe a la lactancia sino al estado emocional en que se encuentra la madre. (8)

Para ambos sexos se dice también "¡qué higados tiene!", (9) con acento en la "a" debido a la aversión a las esdrújulas que se tiene en Aragón y de la que ya henos hablado. Con ello se indica la manera lenta y tranquila de hacer las cosas o de no hacerlas en absoluto por pura indiferencia.

Y para terminar tal como hemos comenzado, es decir, con burros, mencionaremos un dicho muy torrellano y muy escuchado a la abuela. Se utiliza cuando una compra o un negocio cuyo éxito parecía seguro, ha salido mal

En esa situación se suele decir "¡buena burra hemos «comprao»". (10)

Y es que el humor torrellano, como el aragonés en general, es así: "socarrón, irónico sin llegar a ser cínico... en una palabra «somarda»". (11)


Notas:
(1) Wiktionary.
(2) Gran Enciclopedia Aragonesa.
(3) Sbarbi, J.M. Diccionario de refranes, adagios, proverbios, modismos, locuciones y frases proverbiales de la lengua española.
(4) Doval, G. Del hecho al dicho.
(5) Iribarren, J.M. El porque de los dichos.
(6) (7) (9) (10) Marín Royo, L.M. El habla en la Ribera de Navarra.
(8) La Liga de la Leche.
(11) Blog de Sergio del Molino.
Imagen: Terra de rucs.






Está lloviendo para abajo, en mi pueblo la recogen con canastas; llueve más que cuando enterraron a Currusco; chipiarse; solo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena; caracoles de pacida; pozalada; a más y mejor; caracolada


Tienen en Torrellas un dicharacho de carácter jocoso. Alguien dice: "está lloviendo para abajo" y otro responde: "en mi pueblo la recogen con canastas"

Que llueve siempre para abajo es una obviedad. Lo contrario sería antinatural, un desafío a la ley de la gravedad. Tanto el que lo dice como el que lo escucha saben que están compartiendo una perogrullada  en un momento festivo o alegre.

Del mismo modo, ambos tienen clarísimo que recoger el agua de lluvia en canastas es absurdo, un empeño vano, un esfuerzo inútil puesto que el agua se cuela entre los mimbres y de ella no va a quedar más que la humedad que puede pudrir la canasta pero nunca llenarla. (1) En fin, nadie puede esperar que todos los dichos deban de ser lógicos y racionales...

"Llueve más que cuando enterraron a Currusco" es otro dicho para ponderar lo mucho que está lloviendo o que está lloviendo en exceso. No merece la pena investigar quién fue el tal Currusco, personaje proverbial que queda bien en el dicho por razones de eufonía. En otros lugares de nuestro país existen dichos similares y en todos ellos se atribuyen la paternidad de los mismos.

Muchos de ellos provendrían de leyendas locales que cuentan que un noble que había negado agua a una mujer gitana en época de sequía, murió maldecido siete días después. Y de tanto como llovía, su ataúd fue arrastrado por las aguas. Una variante dice "llueve más que cuando enterraron a Bigotes" y otra, mucho más extendida en España, "llueve más que cuando enterraron a Zafra".(2)

Las leyendas y los dichos asociados a ellas son recreadas de forma diversa lejos de donde han nacido.De ahí que en Torrellas sea Currusco el protagonista, del cual solo podemos decir que su nombre es una variante de "cuscurro", la parte del pan más tostada que corresponde a los extremos.

Lo que sí está claro es que cuando llueve de la forma que describe el dicho, en el resto de España la gente termina mojada pero en Torrellas y en Aragón en general "nos chipiamos", es decir, acabamos empapados o calados de agua. (3)

Sin embargo, suele ocurrir  que "solo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena", frase con la que se asegura que solo nos preocupamos de buscar soluciones o auxilio cuando los problemas son muy graves o la necesidad acuciante

Santa Bárbara es la santa protectora de los temporales y de las tormentas para las gentes del campo y del mar. Cuando hace buen tiempo no es necesario su amparo y no se le reza. De ahí el dicho. (4)

Yo sí que me acuerdo de aquellas fuertes tormentas que caían algunas tardes de verano que pasábamos en Torrellas. Cuando dejaba de llover solíamos coger los pozales de casa y nos íbamos a coger caracoles. Los mayores, entre risas, nos decían que los caracoles estaban "de pacida" y a mi entonces me parecía que nos tomaban el pelo con alguna broma que solo ellos comprendían.

Más tarde supe que se referían a que los caracoles suelen salir a pacer, es decir, a alimentarse de la hierba mojada, después de llover. Y que con ello hacían una comparación con el ganado que sale a pacer, a comer el pasto.

Recuerdo lo fácil que era entonces completar en poco tiempo una "pozalada" de caracoles, palabra empleada como medida con el significado de la cantidad que cabe en un pozal. (5)

No hacía falta irse muy lejos ni meterse en lugares intrincados. Bastaba con pasear un rato por la "calleja de los huertos" o por el arcén de la carretera para coger caracoles "a más y mejor" que es como dicen los torrellanos  "en abundancia".(6)

Era muy satisfactorio para nosotros llegar a casa y ser felicitados por nuestra "cosecha" de caracoles, que eran inmediatamente metidos en un saco de arpillera que se cerraba con una cuerda y se colgaba de una escarpia. Allí pasaban sin comer una temporada para que se purgasen.

Una de mis frases preferidas es "la verdadera patria del hombre es la infancia" del poeta checo R.M.Rilke. Y es que la patria de nuestra infancia, al menos la de los que somos más mayores, tiene el olor, el color y el sabor ligeramente picante de aquellas "caracoladas" que nos hacía nuestra madre.

Aquellos humildes, honrados y deliciosos guisos, un verdadero manjar para nosotros, me hacen evocar con añoranza los momentos felices de aquella patria infantil a la que nunca podré regresar.


Notas:
(2) Doval, G. Del hecho al dicho.
(3) (5) (6)  Marín Royo, L.M. El habla en la Ribera de Navarra. Un pozal es una palabra aragonesa para designar el cubo con el que se sacaba agua de un pozo y, en general, para recoger un líquido.
(4) Buitrago, A. Diccionario de dichos y frases hechas.
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nublo, más miedo que a un nublao, más miedo que a una tronada, estamos apañaos, llovida, chaparrada, jarrear, caer chuzos de punta, quieto en el cado

Los dichos que hoy veremos tienen que ver con las inclemencias del tiempo, en especial con las precipitaciones en todas sus formas. Y los presentaremos en una progresión de menor a mayor intensidad.

En Torrellas se dice que está "nublo" cuando el cielo está cubierto de nubes que presagian tormenta. "Está «mucho» (1) nublo, va a caer una buena" es una frase que hemos escuchado en multitud de ocasiones. También se suele decir que se le tiene a algo o a alguien "más miedo que a un «nublao»" y también "más miedo que a una «tronada»". En ambos casos se dice ante una amenaza o peligro aludiendo a la inquietud con la que los agricultores miran el cielo en cuanto ven aparecer las señales que podrían ser el anticipo de una tormenta que destrozara sus cosechas.

Hay que reconocer que impresiona mucho estar a la intemperie cuando los negros nubarrones se ciernen sobre uno o cuando se desata una tempestad con truenos. Si se ve uno en esa situación se suele decir "¡estamos «apañaos»", expresión irónica con la que damos a entender lo contrario de su significado original. Es decir, que tenemos un problema o estamos en una situación complicada. (2)

Sin embargo puede ocurrir que solamente le dé por "chispiar", es decir, chispear, lloviznar o llover en gotas finas. (3) En ese caso, se va uno rápidamente a ponerse a cubierto antes de que te caiga una buena "llovida", otra forma torrellana de decir "chaparrón".


Es posible que solo caiga una "chaparrada", una lluvia impetuosa y repentina pero de corta duración y de intensidad media. (4) O, por el contrario, que se ponga a "jarrear", lloviendo copiosamente o como si el agua al caer lo hiciera saliendo de la boca de varias jarras . (5)


Si llueve, nieva o graniza con tanta intensidad que produce mucho ruido se dice que "están cayendo chuzos de punta". El efecto de la lluvia al caer se compara con el ruido que hacían los chuzos puntiagudos de los antiguos serenos.


Los serenos ejercían una labor de vigilancia nocturna en las calles, regulaban el alumbrado público, voceaban las horas e incluso informaban del estado meteorológico. Una de sus frases típicas era "¡las diez y sereno!". Como el cielo solía estar sereno, a fuerza de repetir esta expresión se les pasó a llamar con este nombre, acompañado de unas palmadas: "¡sereno!".


Eran también los encargados de abrir los portales de los edificios a quienes regresaban tarde a casa, así como de proteger de robos y asaltos. Como instrumento de defensa llevaban un "chuzo", una especie de bastón con un pincho metálico en la punta. Cuando acudían a la llamada iban golpeando los adoquines con el chuzo para hacer notar su presencia. También disponían de un silbato para solicitar ayuda.


Es de suponer que decir "no salgas de casa, que están cayendo chuzos de punta" se empezó a referir a la fuerte lluvia, al granizo o a los carámbanos de hielo que se comparaban con algo ruidoso, duro, puntiagudo y peligroso como los chuzos. (6)


La cultura popular aragonesa acuñó un dicho para cuando el tiempo es tan inclemente que "caen chuzos de punta". Inspirado en ciertos animales como el conejo o el hurón, se dice "quieto en el cado". El cado es la madriguera donde se esconden y se refugian de sus enemigos. (7) A resguardo en su guarida subterránea pueden esperar cómodamente hasta que escampe y puedan volver a su actividad habitual.

Bueno, pues aquí me quedo, quieto en el cado, haciendo caso de este sabio consejo que tantas veces escuchamos a la abuela y a nuestras madres.

Notas:
(1) Gargallo Sanjoaquín, M. Notas léxicas sobre el habla de Tarazona y su comarca."Mucho" mantiene su vigencia frente a "muy" en el superlativo.
(2) Buitrago, A. Diccionario de dichos y frases hechas.
(3) Marín Royo, L.M. El habla en la Ribera de Navarra.
(4) Léxico
(5) Web oficial del Ayuntamiento de la Villa de San Adrián (Navarra).
(6) Blogs 20minutos.
(7) Andolz, R. Diccionario Aragonés.
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Hace un día de perros, quieto el pollo en la cazuela, recogidico



Algunos dichos sobre el tiempo atmosférico los venimos utilizando desde siempre sin habernos preocupado de su significado y mucho menos de su origen.

Este es el caso del que vamos a ver, "hoy hace un día de perros", que es antiquísimo. Su origen se remonta a 5300 años atrás, cuando los calendarios eran astronómicos y los pueblos se guiaban por la posición de las estrellas y de las constelaciones.

Tanto unas como otras fueron bautizadas con nombres de aquello a lo que se asemejaban -objetos, animales, dioses...- En el caso de "hacer un día de perros" se hace referencia a la estrella "Sirio", la más brillante del universo, situada en la constelación "Canis Maior", Can Mayor o Perro Guardián, la estrella del perro.

La aparición de esta constelación y de su estrella del perro tenía lugar en los días de calor más intenso del verano, período conocido con el nombre de "canícula" (de can=perro) y esos días de calor sofocante y difícil de aguantar como "días de perros". De ahí derivó a la expresión "hacer un día o un tiempo de perros" empleada en los días más calurosos del estío.

Con el paso del tiempo el dicho evolucionó para referirse a cualquier día en el que hace mal tiempo, especialmente de fuertes lluvias o tormentas. E incluso se dice que "se ha tenido un día de perros" cuando se ha tenido un mal día por cualquier motivo sin que tenga relación alguna con la meteorología.(2)

Lo mejor que se puede hacer en "un día de perros" es seguir el consejo de la abuela que, en estos casos, decía: "quieto el pollo en la cazuela". Con ello nos instaba a ver la lluvia, la nieve, el frío, el viento, el calor o lo que estuviera cayendo tras los cristales de la ventana y "recogidicos", a resguardo en casa.

Para el pobre pollo terminar en la cazuela sería, sin duda, haber tenido "un día de perros".

Notas: 
(1) Ver "La campana María, calor forastera, Calicuarto, se caga la perra, orage" en este mismo blog.
(2) Blogs 20minutos.
Imagen: Vaventura.


¡Atiza, costipao!; ¡arrea, que vas por hilo!; ¡el que venga atrás, que arree!

"¡Atiza!" y ¡arrea!" son interjecciones, palabras muy expresivas que ayudan al buen desarrollo de la comunicación. Tienen significados similares.

Provienen de verbos en imperativo en las que reconocemos su valor originario de mandato o exhortación al oyente. Otras interjecciones similares son "¡sopla!", "¡toma!", "¡anda!", "¡vaya!"... (1)

"¡Atiza!" se utiliza para indicar extrañeza, sorpresa, admiración o disgusto. (2) El verbo "atizar" tiene muchas acepciones pero las que más hemos oído en Torrellas o en boca de nuestras madres o de la abuela tienen que ver con pegar o dar un golpe: "le atizó un «boleo» (3) que lo dejó «sentao»" o "por ahí se están atizando candela", indicando jaleo o riña entre varias personas. (4) También con el significado de zampar o comer en exceso: "¡se atizó dos chuletones y  una botella de vino y aún tenía hambre!".

Pero quizás la expresión más curiosa aprendida de Torrellas es "¡atiza, costipao". De ella conocemos perfectamente el significado y cuándo se utiliza: cuando oímos algo extraordinario o sorprendente, más bien un disparate descomunal, un absurdo, un despropósito por el que expresamos nuestro rechazo.

Sin embargo no está nada claro el uso de "costipao", forma coloquial de referirse a un "constipado", enfriamiento, catarro o resfriado. ¿Qué relación puede haber entre "¡atiza!" y la inflamación de las mucosas del aparato respiratorio? Pues, por el momento nada más podemos decir sobre la cuestión. En el futuro, quién sabe...

En cuanto a "¡arrea!", nos encontramos con otra interjección con la que demostramos asombro, admiración o disgusto según la situación. "¡Arrea, cuánta gente!", "¡arrea, me he dejado las llaves!". También se utiliza para dar prisa, incitando a una persona a que haga una cosa más rápidamente: "¡arrea, que no llegamos!".

"Arrear" significa, ante todo, incitar a los animales para que comiencen a andar o aviven el paso. De ahí la expresión "¡arre!" (5) de la que ya hablamos en su momento. Pero, de todas sus acepciones, hay algunas más relacionadas con el habla de Torrellas.

Como "atizar", también puede significar asestar un golpe en sus múltiples variantes: arrear un boleo, un puñetazo, un soplamocos, un guantazo... Esto solía ocurrir con mucha probabilidad si además antes te decían: "arrea «pa» casa que vas a ver lo que es bueno". Ni qué decir tiene que lo que te esperaba bueno no iba a ser...

"Arrear uno que se las pela" era la forma más rápida de escapar, si se podía, a ese más que probable castigo

Así llegamos a "¡arrea, que vas por hilo!" que nos la decían de pequeños cuando nos mandaban a un recado, y más si éste era urgente.

Como "¡atiza, costipao!" también la utilizamos cuando mostramos la extrañeza que nos produce oir, ver o leer alguna "salida de pie de banco" (6), es decir, despropósito, incongruencia, disparate tremendo o metedura de pata. En cualquier caso, algo grandioso e inesperado.

En cuanto al origen de la expresión, dicen que un baturro iba con su mulo a Calatayud a hacer unas compras. El mulo no quería andar y se hacía el remolón presintiendo que a la vuelta vendría cargado con algo muy pesado, como solía ocurrir. Para animarle con la idea de que solo iba a traer género de poco peso, el baturro le dijo: "¡Arrea, que vas por hilo!". (7). No se sabe si convenció al mulo, que debía estar ya muy resabiado...

Para terminar con "arrear" y con la entrada veremos también el dicho "el que venga atrás, que arree", oído sobre todo a la gente mayor referido a sus hijos y descendientes. Viene a decir que ellos han luchado para salir adelante afrontando sus propias dificultades y que no van a dejarles el futuro resuelto, por lo que tendrán que "arrear" como les tocó a ellos. (8)

Con él también se indica que ya se ha trabajado bastante y el que aterriza de nuevas de ponerse a la altura de los demás. (9)

Hay, por último, quien ve en esta frase una clara materialización del egoísmo, indicando a quien actúa buscando únicamente el propio interés, sin importarle las consecuencias o los perjuicios que esta actitud pueda producir en otras personas. En ese sentido, al que va detrás solo le queda "arrear" o azuzar a la caballería para ir más deprisa e intentar colocarse a la altura del primero. (10)

Y por hoy ya he trabajado bastante. El que venga atrás...ya sabe.


Notas:
(3) Golpe o tortazo que se puede dar, arrear o atizar. Marín Royo, L.M. El habla en la Ribera de Navarra.
(4) Yebes Descalzo, F. Diccionario del lenguaje histórico y del habla popular y vulgar de la comarca de Requena-Utiel.
(5) Ver la entrada "¡Arre!, ¡so!, ¡huesque!, ¡pasallá!, galera" en este mismo blog.
(6) Sbarbi, J.M. Diccionario de refranes, adagios, proverbios, modismos, locuciones y frases proverbiales de la lengua española.
(7) Iribarren, J.M. El porqué de los dichos.
(8) Significadode.
(9) Centro Virtual Cervantes.
(10) Buitrago, A. Diccionario de dichos y frases hechas.
Imagen de Dimitris Vetsikas en Pixabay.
















¡

Zarrio, facha, arremingo, talabarte, enredo, apatusco,pispajo, pingo, de chichinabo, chiche

Existen en Torrellas varias expresiones para describir todas aquellas cosas inútiles o de poco valor, que se consideran viejas, cacharros o trastos. Algunas, por extensión, son también aplicadas de forma peyorativa a las personas y otras, curiosamente, pueden tener un significado positivo según la situación.

No cabe duda de que "zarrio", trasto viejo e inservible, es uno de los que más se utilizan para cualquier objeto sin valor alguno, que ocupa espacio y que ni se arregla ni se tira. (1) También se aplica a cualquier ropa vieja y fea a la que no se le ve otra utilidad que trapos para el polvo

También se dice que alguien "va como un zarrio" cuando tiene "mala facha", es decir, un aspecto físico poco favorecedor, muy poco elegante o desarreglado, o viste de forma estrafalariaEl término facha es aquí un italianismo, de faccia, "cara, rostro"tomado en el sentido de "mala cara; feo aspecto". (2)

De origen incierto, "arremingos" es otra expresión para referirse a ropas y trastos viejos que no sirven para nada. Al igual que en Torrellas se utiliza en Navarra y en La Rioja con el mismo significado sobre todo cuando alguien lleva ropa vieja o estropeada. Dicho de una persona se entiende como individuo de poca valía. (3) Más de una vez la abuela nos ha dicho a alguno de nosotros "¿dónde vas con ese arremingo?" si nos veía con alguna chica que no era de su agrado.

"Talabarte" puede ser un cacharro que estorba, un mueble grande, aparatoso y feo o algo viejo que vale poco. Como se ha quedado sin usar se suele guardar donde estorbe lo menos posible como un desván, almacén o buhardilla.

Ésta es una de las expresiones que aplicadas a las personas tiene un sentido positivo. Se suele llamar "talabarte" a las personas alegres, juerguistas con ganas siempre de guasa y de chufla. Y también a las personas altas, un tanto desgarbadas y que abultan mucho. (4)

A un trasto también se le llama un "enredo", palabra muy rica en acepciones que nos ocuparían mucho tiempo y espacio. La que nos interesa aquí es la que equivale a cosa sin utilidad o que estorba. Con significado similar tenemos "apatusco" que suele ser algo grande, voluminoso, que estorba.

Otra palabra para expresar algo despreciable y de poco valor, en especial referido a la ropa, es "pispajo". Se dice de alguien que es un "pispajero" o "pispajera" cuando va vestido con "pispajos", de cualquier manera, con ropa extremadamente barata o sin valor. Sin embargo se puede decir de alguien que "estaba muy mona con un pispajo de vestido" o que "es tan guapa que cualquier pispajo le sienta bien", con lo que la expresión eleva su valor.

Valor que vuelve a ser despectivo cuando se dice de alguien que "es un pispajo", es decir, pequeñajo y delgaducho. (5) De nuevo debemos recordar a la abuela cuando así describía a alguna chica que por entonces nos hacía tilín. Todas le parecían mal o poco, a la pobre.

También tenemos la expresión "pingo" para referirse a cualquier prenda de vestir sin importancia, barata, vieja o pasada de moda. De nuevo puede usarse en sentido positivo si alguien es tan guapo o con tan buena percha que cualquier "pingo" le sienta bien.

"Pingo" es usado como insulto para una mujer a la que le gusta irse con unos y con otros y con el sentido de "juerguista" para quien no para en casa y está todo el día en la calle. De ahí derivan expresiones como "pingonear", callejear mucho o ir de picos pardos o "ir de pingoneo", ir de paseo o ir de un sitio a otro pero normalmente dejando el trabajo que se tenía que realizar. (6)

Otra acepción de "pingo" se utiliza para describir a un niño especialmente movido y travieso.

Termino con la expresión "de chichinabo" curiosa forma de decir que algo es de muy poca calidad. Se aplica a cualquier objeto aunque sea nuevo o recién comprado.

En origen esta locución era "de chicha y nabo". El término chichadel italiano cicciaque hoy es palabra propia del lenguaje infantil para denominar a todo tipo de carne, por lo general antes se refería a la carne de menos calidad.

Lo mismo sucede con el nabotal vez la más pobre de las verduras. Quienes se alimentaban de chicha y nabo pertenecían, pues, a las clases más humildes; de aquí el significado de la expresión. (7)

Eso me recuerda que en Torrellas se dice "chiche" por "chicha",cambiando el género, para referirse a la carne, al plato fuerte o al segundo plato. (8)

Pero de comidas ya hablaremos en otra ocasión.


Notas:
(2) (7) Buitrago, A. Diccionario de dichos y frases hechas.
(3) (4) (5) (6) Marín Royo, L.M. El habla en la Ribera de Navarra.
(8) Gargallo Sanjoaquín, M. Notas léxicas sobre el habla de Tarazona y su comarca.
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Haré, haré...una casa sin pared y en ella me viviré; unos por otros, la casa sin barrer; caerse la casa encima; dar una vuelta a la casa

Comenzaremos este grupo de dichos torrellanos con la palabra "casa" como protagonista con uno muy propio de la abuela: "haré, haré...una casa sin pared y en ella me viviré"

Con él se critica a quienes prometen cosas que luego no pueden cumplir. Las buenas intenciones son como las promesas. Si no van acompañadas de hechos se las lleva el viento. (1) Esto es especialmente aplicable a los políticos y a sus promesas electorales para cuyo incumplimiento siempre tienen excusas

En cuanto a la "pared" que falta en la casa, seguramente se trata de utilizar una palabra que suene bien en la frase por razones de eufonía, como ya hemos visto y veremos en otros dichos. Eufonía que se refuerza con el verbo final, "viviré", que curiosamente se acompaña de un reflexivo

Este uso del verbo vivir posiblemente sea exclusivo de la comarca de Tarazona y el Moncayo donde se dice que "Fulano se vive en la plaza" o que "esos dos se viven en el bar" porque siempre están en dicho establecimiento. (2) 

Otro dicho de la casa y con un significado relacionado con el anterior es "unos por otros, la casa sin barrer". Se dice cuando ninguno asume el trabajo que hay que hacer y achaca su incumplimiento a otro. De modo que el trabajo se queda sin realizar porque uno pensó que lo hacía otro o que no era cosa suya. Aplicable a cualquier situación cotidiana y también, evidentemente, a la clase política.

Cambiando de tercio, cuando a alguien "se le cae la casa encima" nos referimos a que esa persona se siente a disgusto, molesta o enfadada por permanecer en casa y no poder salir a la calle. Esto puede suceder porque tenga que atravesar por una enfermedad o porque esté acostumbrada a pasar gran parte del tiempo en la calle por su modo de vida y de repente se vea obligada a cambiarlo haciéndosele insoportable la permanencia en casa.

También se le puede decir a alguien "¡A ti no se te cae la casa encima!" cuando nunca está en su casa porque se le hace insufrible estar mucho tiempo sin salir de ella. (3)

El origen de este dicho se remonta al siglo XVII y se aplicaba al jugador de cartas que era engañado dejándole ganar las primeras bazas, para luego arrebatarle todo lo que hasta ese momento hubiese ganado o, por decirlo metafóricamente, hasta que se le caía encima la casa o castillo de naipes.  (4)

Y con esto termino, porque tengo que ir a "dar una vuelta a la casa". No es que vaya a rodearla ni a ponerla del revés, sino a ver si todo está en orden, en su sitio y en perfecto estado. (5)


Notas:
(1) Etxabe Díaz, R. Diccionario de refranes comentados.
(2) Gargallo Sanjoaquín, M. Notas léxicas sobre el habla de Tarazona y su comarca.
(3) Buitrago, A. Diccionario de dichos y frases hechas.
(4) Doval, G. Del hecho al dicho.
(5) Marín Royo, L.M. El habla en la Ribera de Navarra.
Imagen de Yolanda Coervers en Pixabay.















Más largo/seco que la caña la «dotrina»

En los tiempos en que nuestras madres eran pequeñas era costumbre en Torrellas, como en otros muchos lugares, que los domingos después de misa el cura enseñara el catecismo a los chicos y chicas del pueblo, lo que vulgarmente se llamaba la "dotrina", y hoy la catequésis.

Muchos pueblos se atribuyen la autoría de la frase "es más largo/larga que la caña la dotrina" pero, como suele ocurrir, no está nada claro el origen de la misma.

El caso es que se cuenta que en las clases de catecismo los curas, para no tener que levantarse, cuando los chavales enredaban, revolvían o hablaban, tenían en su mesa una caña muy larga que cogían para darles un cañazo y restablecer el orden. (1)

Se ve que aquellas cañas eran tan largas que llegaban a todas partes por lo que se generalizó la costumbre de indicar que algo era muy largo, real o figuradamente, comparándolo con su longitud. (2) Y por extensión, se empezó a decir  que alguien era más largo que la caña la dotrina cuando esa persona era muy alta.

Del mismo modo, tanto en Torrellas como en otros pueblos se suele decir "está más seco que la caña la dotrina" para ponderar la delgadez de alguien de magra complexión corporal o "se ha quedado más seco que la caña la dotrina" como efecto de una enfermedad o de una dieta exagerada. (3)

Una muestra más de la fuerte influencia religiosa en la cultura popular.


Notas:
(1) Marín Royo, L.M. El habla en la Ribera de Navarra.