"¡Atiza!" y ¡arrea!" son interjecciones, palabras muy expresivas que ayudan al buen desarrollo de la comunicación. Tienen significados similares.
Provienen de verbos en imperativo en las que reconocemos su valor originario de mandato o exhortación al oyente. Otras interjecciones similares son "¡sopla!", "¡toma!", "¡anda!", "¡vaya!"... (1)
"¡Atiza!" se utiliza para indicar extrañeza, sorpresa, admiración o disgusto. (2) El verbo "atizar" tiene muchas acepciones pero las que más hemos oído en Torrellas o en boca de nuestras madres o de la abuela tienen que ver con pegar o dar un golpe: "le atizó un «boleo» (3) que lo dejó «sentao»" o "por ahí se están atizando candela", indicando jaleo o riña entre varias personas. (4) También con el significado de zampar o comer en exceso: "¡se atizó dos chuletones y una botella de vino y aún tenía hambre!".
Pero quizás la expresión más curiosa aprendida de Torrellas es "¡atiza, costipao". De ella conocemos perfectamente el significado y cuándo se utiliza: cuando oímos algo extraordinario o sorprendente, más bien un disparate descomunal, un absurdo, un despropósito por el que expresamos nuestro rechazo.
Sin embargo no está nada claro el uso de "costipao", forma coloquial de referirse a un "constipado", enfriamiento, catarro o resfriado. ¿Qué relación puede haber entre "¡atiza!" y la inflamación de las mucosas del aparato respiratorio? Pues, por el momento nada más podemos decir sobre la cuestión. En el futuro, quién sabe...
En cuanto a "¡arrea!", nos encontramos con otra interjección con la que demostramos asombro, admiración o disgusto según la situación. "¡Arrea, cuánta gente!", "¡arrea, me he dejado las llaves!". También se utiliza para dar prisa, incitando a una persona a que haga una cosa más rápidamente: "¡arrea, que no llegamos!".
"Arrear" significa, ante todo, incitar a los animales para que comiencen a andar o aviven el paso. De ahí la expresión "¡arre!" (5) de la que ya hablamos en su momento. Pero, de todas sus acepciones, hay algunas más relacionadas con el habla de Torrellas.
Como "atizar", también puede significar asestar un golpe en sus múltiples variantes: arrear un boleo, un puñetazo, un soplamocos, un guantazo... Esto solía ocurrir con mucha probabilidad si además antes te decían: "arrea «pa» casa que vas a ver lo que es bueno". Ni qué decir tiene que lo que te esperaba bueno no iba a ser...
"Arrear uno que se las pela" era la forma más rápida de escapar, si se podía, a ese más que probable castigo.
Así llegamos a "¡arrea, que vas por hilo!" que nos la decían de pequeños cuando nos mandaban a un recado, y más si éste era urgente.
Como "¡atiza, costipao!" también la utilizamos cuando mostramos la extrañeza que nos produce oir, ver o leer alguna "salida de pie de banco" (6), es decir, despropósito, incongruencia, disparate tremendo o metedura de pata. En cualquier caso, algo grandioso e inesperado.
En cuanto al origen de la expresión, dicen que un baturro iba con su mulo a Calatayud a hacer unas compras. El mulo no quería andar y se hacía el remolón presintiendo que a la vuelta vendría cargado con algo muy pesado, como solía ocurrir. Para animarle con la idea de que solo iba a traer género de poco peso, el baturro le dijo: "¡Arrea, que vas por hilo!". (7). No se sabe si convenció al mulo, que debía estar ya muy resabiado...
Para terminar con "arrear" y con la entrada veremos también el dicho "el que venga atrás, que arree", oído sobre todo a la gente mayor referido a sus hijos y descendientes. Viene a decir que ellos han luchado para salir adelante afrontando sus propias dificultades y que no van a dejarles el futuro resuelto, por lo que tendrán que "arrear" como les tocó a ellos. (8)
Con él también se indica que ya se ha trabajado bastante y el que aterriza de nuevas de ponerse a la altura de los demás. (9)
Hay, por último, quien ve en esta frase una clara materialización del egoísmo, indicando a quien actúa buscando únicamente el propio interés, sin importarle las consecuencias o los perjuicios que esta actitud pueda producir en otras personas. En ese sentido, al que va detrás solo le queda "arrear" o azuzar a la caballería para ir más deprisa e intentar colocarse a la altura del primero. (10)
Y por hoy ya he trabajado bastante. El que venga atrás...ya sabe.
Notas:
En cuanto a "¡arrea!", nos encontramos con otra interjección con la que demostramos asombro, admiración o disgusto según la situación. "¡Arrea, cuánta gente!", "¡arrea, me he dejado las llaves!". También se utiliza para dar prisa, incitando a una persona a que haga una cosa más rápidamente: "¡arrea, que no llegamos!".
"Arrear" significa, ante todo, incitar a los animales para que comiencen a andar o aviven el paso. De ahí la expresión "¡arre!" (5) de la que ya hablamos en su momento. Pero, de todas sus acepciones, hay algunas más relacionadas con el habla de Torrellas.
Como "atizar", también puede significar asestar un golpe en sus múltiples variantes: arrear un boleo, un puñetazo, un soplamocos, un guantazo... Esto solía ocurrir con mucha probabilidad si además antes te decían: "arrea «pa» casa que vas a ver lo que es bueno". Ni qué decir tiene que lo que te esperaba bueno no iba a ser...
"Arrear uno que se las pela" era la forma más rápida de escapar, si se podía, a ese más que probable castigo.
Así llegamos a "¡arrea, que vas por hilo!" que nos la decían de pequeños cuando nos mandaban a un recado, y más si éste era urgente.
Como "¡atiza, costipao!" también la utilizamos cuando mostramos la extrañeza que nos produce oir, ver o leer alguna "salida de pie de banco" (6), es decir, despropósito, incongruencia, disparate tremendo o metedura de pata. En cualquier caso, algo grandioso e inesperado.
En cuanto al origen de la expresión, dicen que un baturro iba con su mulo a Calatayud a hacer unas compras. El mulo no quería andar y se hacía el remolón presintiendo que a la vuelta vendría cargado con algo muy pesado, como solía ocurrir. Para animarle con la idea de que solo iba a traer género de poco peso, el baturro le dijo: "¡Arrea, que vas por hilo!". (7). No se sabe si convenció al mulo, que debía estar ya muy resabiado...
Para terminar con "arrear" y con la entrada veremos también el dicho "el que venga atrás, que arree", oído sobre todo a la gente mayor referido a sus hijos y descendientes. Viene a decir que ellos han luchado para salir adelante afrontando sus propias dificultades y que no van a dejarles el futuro resuelto, por lo que tendrán que "arrear" como les tocó a ellos. (8)
Con él también se indica que ya se ha trabajado bastante y el que aterriza de nuevas de ponerse a la altura de los demás. (9)
Hay, por último, quien ve en esta frase una clara materialización del egoísmo, indicando a quien actúa buscando únicamente el propio interés, sin importarle las consecuencias o los perjuicios que esta actitud pueda producir en otras personas. En ese sentido, al que va detrás solo le queda "arrear" o azuzar a la caballería para ir más deprisa e intentar colocarse a la altura del primero. (10)
Y por hoy ya he trabajado bastante. El que venga atrás...ya sabe.
Notas:
(1) Martínez García, H. et al.Construir bien en español: la forma de las palabras.
(2) Esacademic.
(3) Golpe o tortazo que se puede dar, arrear o atizar. Marín Royo, L.M. El habla en la Ribera de Navarra.
(4) Yebes Descalzo, F. Diccionario del lenguaje histórico y del habla popular y vulgar de la comarca de Requena-Utiel.
(5) Ver la entrada "¡Arre!, ¡so!, ¡huesque!, ¡pasallá!, galera" en este mismo blog.
(6) Sbarbi, J.M. Diccionario de refranes, adagios, proverbios, modismos, locuciones y frases proverbiales de la lengua española.
(7) Iribarren, J.M. El porqué de los dichos.
(8) Significadode.
(9) Centro Virtual Cervantes.
(10) Buitrago, A. Diccionario de dichos y frases hechas.
Imagen de Dimitris Vetsikas en Pixabay.
(5) Ver la entrada "¡Arre!, ¡so!, ¡huesque!, ¡pasallá!, galera" en este mismo blog.
(6) Sbarbi, J.M. Diccionario de refranes, adagios, proverbios, modismos, locuciones y frases proverbiales de la lengua española.
(7) Iribarren, J.M. El porqué de los dichos.
(8) Significadode.
(9) Centro Virtual Cervantes.
(10) Buitrago, A. Diccionario de dichos y frases hechas.
Imagen de Dimitris Vetsikas en Pixabay.
¡
Arreando,que es gerundio!
ResponderEliminarSe dice que la expresión "¡arreando, que es gerundio!" proviene de unos pueblerinos que mandaron a su hijo a estudiar a la Universidad de Salamanca. Muchas luces no debía tener el muchacho porque regresó "antes con antes" (otro dicho de Torrellas). Para demostrar que algo había aprendido le gritaba así al burro. A éste igual le daba que fuera gerundio, infinitivo o participio...pero así es la historia. 😂😂😂 https://es.wiktionary.org/wiki/arreando,_que_es_gerundio
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