¡Vuela alto, vuela libre, palomica mensajera!

 


Gracias por cada segundo que dedicaste a cuidarnos, a querernos, a ayudarnos...

Gracias por desvivirte para que nada nos faltara...

Gracias por tus consejos, siempre acertados...¡Qué bien nos conocías!

Gracias por ser faro y estrella para guiarnos, puerto seguro donde refugiarnos...

Gracias por tu buen humor, que mantuviste a pesar de dolores y de desdichas...

Gracias por tantos dichos de Torrellas, que forman parte muy nuestra...

Gracias por ser el Sol de nuestro pequeño Sistema Solar: tus hijos, nietos, bisnietas, sobrinos... Tu luz nunca se apagará porque la llevaremos en nuestros corazones...

Y, sobre todo, gracias, muchas gracias por tanto amor... mamá