Con la única pretensión de que no caigan en el olvido tantos dichos y dicharachos torrellanos que nos han legado nuestra abuela y nuestras madres, nació este blog allá por octubre del año pasado.
He intentado que fuera entretenido, sin caer en la simplicidad ni en la erudición, tratando de transmitir la curiosidad y la pasión que tengo por conocer la historia de palabras, modismos y refranes que llevamos toda la vida utilizando sin conocer su origen.
Si lo he conseguido o no sois vosotros, los que lo leéis, quienes debéis juzgarlo.
En cualquier caso, gracias a todos por aportar ideas, por compartir recuerdos, por realizar comentarios... pues éste es el combustible necesario para que la maquinaria de un blog siga funcionando.
Recordaréis que, cuando celebrábamos nuestros cumpleaños, la abuela siempre equiparaba los años que cumplíamos con los tocinos que se podrían haber criado.
Uno por año, decía, henchida de orgullo por nosotros.
El mismo orgullo que compartimos por esa herencia inmaterial que a través de sus hijas nos transmitió a sus nietos, un tesoro de dichos y dicharachos que espontáneamente utilizamos cuando la ocasión lo requiere porque ya son tan nuestros como lo fueron de ella.
Imagen: Os Zerrigüeltaires.
Un año ya,semana tras semana,he pasado unos ratos muy divertidos ,leyendo tus historias de dichos y dicharachos torrellanos.
ResponderEliminarBuen trabajo.👌
Gracias, Mimi. Espero que sigas disfrutando de ellos.
ResponderEliminarLo primero de todo darte las gracias por hacernos pasar tan buenos momentos recordándonos a la abuela y a nuestras madres,a la vez también aprendiendo un poco de nuestra historia que tampoco tiene mal.Cuantas veces me arrepiento de no haberme apuntado en un cuaderno todos esos refranes que decía la abuela,pero claro era una cría y tenía la cabeza en otro lado.Asi que más chas gracias por haber tomado tú la iniciativa,ella estaría muy orgullosa al comprobar que sus palabras nunca cayeron en saco roto.
ResponderEliminarGracias a ti, Buda. Sí que es una pena que no tomáramos nota, pero como dices entonces no les dábamos el valor que merecen. Me doy por satisfecho si consigo arrancaros una sonrisa al evocar tantos recuerdos como tenemos.
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