Calamocano, pantasma, panto

Una palabra que me encanta del habla de Torrellas es la de "calamocano". De origen incierto, aunque utilizada ya en tiempos de Quevedo, viene a decirse familiarmente de quien está algo ebrio o bebido. Se emplea en otros lugares de España siempre para referirse a alguien que todavía no ha perdido por completo la cordura aunque vaya camino de hacerlo. R. Andolz indica que también se aplica a quien goza de poca salud o está convaleciente de alguna enfermedad y a quien está triste, quizá por esa razón. (1)

Otra expresión muy curiosa es "pantasma", probable deformación de "fantasma", palabra procedente del latín y del griego y utilizada también desde el siglo XVI en diversas partes de España. En muchas culturas, incluida la aragonesa, siempre se ha dado la creencia en fantasmas, supuestos espíritus o almas errantes de personas muertas que se aparecen a los vivos. (2)

Otra acepción de esta palabra es la de espantajo o persona disfrazada que sale por la noche para asustar a la gente. Y por extensión se aplica a alguien que, fanfarrón y jactancioso, suele contar historias inverosímiles esperando que uno se las crea. Seguro que todos conocemos o hemos conocido a algún "pantasma".

No estoy seguro de que la palabra "pantasma" tenga todas estas acepciones en Torrellas porque además nuestra madre emplea el dicho "pantasma del olivillo", del que no recuerda el origen y que seguramente ya serán muy pocas personas los que lo empleen o sepan su significado. Solo he podido averiguar que diferentes diccionarios lo presentan como el nombre común de un arbusto con hojas parecidas a las del olivo. (3) Siento no poder precisar más pero quizá alguno de vosotros pueda preguntar a alguien del pueblo que nos lo pueda aclarar.

Derivada quizás de "pantasma" se dice también en el pueblo "panto" de una persona parada, sosa, abúlica, que permanece extasiada, sin reaccionar. Vamos, el típico "lelo". (4) 

Nadie nos puede llamar "pantasmas" ni "pantos", pero algo "calamocanos" hemos ido todos alguna vez, ¿no?. 

Y no por haber bebido "jiriguay", del cual hablaremos otro día.


Notas:
(1) (4) R. Andolz. Diccionario Aragonés.

6 comentarios:

  1. Muy chungo tenía que ser que te dieran pantasma del olivillo😁😁
    En más de una ocasión hemos estado calamocanos,cuando estamos malos o con fiebre se lo he oído decir mucho a la mamá.

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  2. Me temo que lo del "olivillo" es un misterio que ni el mismo Iker Jiménez es capaz de desentrañar. 😁😁
    En cuanto a "calamocano", también es difícil de averiguar su origen. En la Rioja se le llama "calamoco" a un carámbano y a una capa de hielo fino. Incluso existe una localidad en el Bierzo (León) llamada Calamocos. Pero no consigo ver la relación si es que la hay.

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  3. Me ha gustado mucho Dan, cierto es también que los torrellanos tienen fama de fantasmas con f, simplemente por lo fanfarrones que son,tengo ganas de oír esa anécdota que hablabas antes con relación a los gnomos del Moncayo y que hacías referencia a Carlos.

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  4. Fanfarrones sí que son, verdaderamente. En cuanto a lo otro, es una tontería pero me vino a la cabeza cuando lo escribía aunque me acuerdo de vez en cuando.

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  5. Calamocano la usa mucho la mamá,
    (" tiene los ojos calamocanos"...
    " el día está calamocano"...
    Otra palabra que me encanta 😉

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  6. Y a mi, aunque no hay manera de conocer su origen. A ver si algún día conseguimos saber de donde proviene.

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