¡Arre!, ¡so!, ¡huesque!, ¡pasallá!, galera

Yo soy el amo de la burra
y en la burra mando yo,
cuando quiero digo ¡Arre!,
cuando quiero digo ¡So!


Esta copla del gran cantador de jota Cecilio Navarro (1) ilustra perfectamente algunas de las voces onomatopéyicas que se les dicen a las caballerías para que obedezcan. 

Mis recuerdos de niño, de los primeros veranos pasados en Torrellas, están muy ligados a los "machos" o mulos. Eran unos animales fuertes, vigorosos y ágiles que me producían al mismo tiempo fascinación y mucho respeto.

Por aquellos años aún se veían muchos en el pueblo pues se usaban para el trabajo en el campo, para arar, para recoger, para segar, para trillar... Fueron motivo de orgullo para sus dueños hasta que los tractores y el progreso agrario los fueron relegando.

Volviendo al lenguaje con los animales, todos conocemos de siempre las expresiones "¡arre!" y "¡so!", las famosas "voces de arriero" de los crucigramas. La primera para estimularlos a que se muevan hacia adelante y la segunda para frenarlos

Parece ser que en muchas lenguas de nuestra península, en el italiano y en el árabe africano, la raíz "rr" es común para indicar una orden de marcha y la raíz "s" para parar o bajar. En euskera tendrían su equivalente en las voces "aurrera" y "atzera". (2) De arre bien podría provenir asimismo el verbo "arrear".

Pero también recordaremos las voces ¡uesque! para que el macho fuera hacia la izquierda y, por el contrario, "¡pasallá!" para que fuera hacia la derecha. Ambas expresiones me parecían entonces exclusivas de Torrellas aunque son comunes en todo Aragón e incluso en Navarra, con algunas diferencias de pronunciación. (3)

Cuando las oían, los animales tenían que echarse a un lado u otro del camino o de la carretera porque iban a cruzarse con otro carro o "galera". (4) Las galeras eran aquellos carros enormes que tenían que ser tirados por varias mulas y que servían para transportar grandes cargas o incluso a varias personas. Creo que todos nos hemos subido alguna vez a una galera, aunque fuese para ver las vacas sin peligro en la plaza durante las fiestas.

Así que ya sabéis, cuando montéis en galera o en caballerías, cuidado porque no es lo mismo arre que so, ni uesque que pasallá.

Notas:
(1) Gran Enciclopedia Aragonesa.
(2) (3) Fernando Pérez de Laborda. Diccionario de Valdizarbe y Valdemañeru.
(4) Luis María Marín Royo. El habla en la Ribera de Navarra.
Imagen de skeeze en Pixabay



2 comentarios:

  1. No conocía las expresiones uesque y pasallá ni su significado,en mi época supongo que había más tractores ya que burros

    ResponderEliminar
  2. Pues seguramente...Tú ya eres más "modelna". 😁😁

    ResponderEliminar