La viejecita que supo vivir, guardó pan para mayo y leña para abril; charada, truedes, rosada


Los refranes meteorológicos han sido siempre el catecismo de la gente trabajadora del campo. (1) Apoyándose en el refranero se planificaban y repartían las faenas agrícolas a lo largo del año, pues la climatología fue siempre determinante para que las cosechas obtenidas fueran abundantes o, por el contrario, escasas debido a condiciones desfavorables.

Sin embargo, aunque se basaban en muchos años de observación y de experiencia, no eran infalibles y en ocasiones la climatología desmentía a algunos de esos refranes por lo que la sabiduría popular acuñó otros que llamaban a la prudencia y al ahorro para cuando vinieran mal dadas.

Ese es el caso de este refrán torrellano, "La viejecita que supo vivir, guardó pan para mayo y leña para abril", que con bastantes variantes está muy extendido en nuestro país.

Abril es junto con marzo un período intermedio entre el final del invierno y el comienzo de la primavera y ambos comparten un carácter inestable y engañoso. (2) Abril alterna días despejados y soleados con otros lluviosos y fríos con heladas nocturnas y es capaz de sorprender aún con alguna nevada. (3) Por ello es un mes peligroso para los agricultores que tienen muy en cuenta la conveniencia de "guardar leña para abril" y poder calentarse al fuego.

Esto es lo que apetecería hacer en Torrellas, donde si no había leña se echaban sarmientos o aliagas al hogar para producir una "charada", una fogata que era motivo para contar anécdotas o sucesos en compañía de vecinos o parientes y que bien podría proceder de "charrada", forma aragonesa de "charla". (4)

También se ponían las "truedes", un aro de hierro con tres pies, con el que se elevaban sobre las ascuas del fuego abierto del hogar las perolas, sartenes, ollas o vasijas, para cocinar. (5)

El mes de mayo es el mejor de la primavera. Las temperaturas van subiendo aunque las noches son frescas. Las lluvias de mayo son muy buenas para el campo y las siembras pero aún pueden producirse heladas tardías, muy temidas por los campesinos. (6)

Los campos de Torrellas amanecerían cubiertos por la "rosada", el rocío o la escarcha que se hace durante la noche. Posiblemente la expresión procede de "rociada", aunque no se puede asegurar. (7) Además, mayo no siempre traía lluvias, por lo que la gente consideraba sabio racionar las provisiones del año anterior por si se daba una mala cosecha. Metafóricamente se hablaba de “guardar pan para mayo”. (8) 

Aunque originario del costumbrismo agrícola de nuestro país, el dicho "guardar pan para mayo y leña para abril" se puede trasladar a los planos económico y financiero, empresarial y personal. Esto se debe a que el sentido de la frase es subrayar la importancia de administrar correctamente en tiempos de abundancia para poder satisfacer las necesidades en época de precariedad. (9)

Es lo mismo que enseña la parábola bíblica de las siete vacas gordas y las siete vacas flacas, (10) que seguro que era tenida muy en cuenta en un mundo en el que las faenas agrícolas también estaban marcadas por el santoral.

Pero eso, es otra historia.

Notas:
(1) Conde Tarrío, G. La verdad en el refranero: los refranes meteorológicos gallegos.
(4) Pérez de Laborda, F. Diccionario de Valdizarbe y Valdemañeru.
(5) Marín Royo, L.M. El habla en la Ribera de Navarra.
(8) (9) (10) Argentarium.
Imagen. Pixabay.






2 comentarios:

  1. Muy sabía la viejecita,abril es un mes en el que te pueden salir días muy buenos o hacer un frío que perjudique al cutis😂

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  2. Pues sí, y ellos lo sabían perfectamente. Aún era más importante ser precavido en el caso de la gente mayor ya que muchos no tendrían quien se ocupase de ellos.

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