Dichos para una pandemia (4): Bulo, bola, ponerse malo

Con esta entrada y las siguientes quisiera contribuir de alguna manera a que el miedo al virus que nos inoculan los creadores y transmisores de bulos en esta grave crísis ocasionada por la pandemia del Covid-19 no cause más daño que el propio virus.

Para comenzar diré que esta bien orquestada campaña de noticias falsas difundidas con la clarísima intención de causar miedo, división, desprestigio y de pescar en río revuelto, me causa una gran indignación

Vamos,  que «me pongo malo», como se dice en Torrellas, en Aragón y en regiones circundantes (1) y que no es precisamente enfermar sino disgustarse o enojarse.

Los bulos y la difusión de noticias falsas son tan antiguos como la Humanidad. Uno de los más famosos que se recuerdan tuvo lugar la noche del 18 al 19 de julio del año 64 durante el incendio de la ciudad de Roma. La arqueología ha demostrado que el incendio fue fortuito pero en aquel momento fue atribuido falsamente a Nerón, que además no se encontraba en la capital sino en Antium, a muchos kilómetros de allí.

Fue pues un bulo achacarle que cantaba un poema sobre la caída de Troya y tañía la lira mientras contemplaba Roma en llamas. Es incluso posible, según algunos historiadores, que los autores del incendio fueran cristianos exaltados lo que habría dado motivos a Nerón para la persecución a la que los sometió. Pero eso, es otra historia. (2)

El vocablo «bulo»  podría provenir para la R.A.E. del caló "bul" que significa, precisamente, porquería. (3) La verdad es que no me causa sorpresa pues cuando hacía la "mili" -allá por el Jurásico Superior- muchos de mis compañeros, gitanos y quinquis ellos, solían llamar así al culo. Una frase muy típica que decían era "le van a dar por el bul de Estambul". Ni qué decir tiene que la maravillosa ciudad turca solo se añadía por razones de rima humorística.

Construir un bulo y ponerlo a circular en estos tiempos en que cualquier cosa que se ve en internet o en las redes sociales se toma por buena, es tan fácil como hacer rodar una bola o una pelota. Cuando la bola encuentra la pendiente adecuada, esto es, los diferentes canales o redes sociales que utilizamos, se va haciendo más y más grande, como la bola de una avalancha de nieve y ya es muy difícil detenerla.

«Bola» es, por ello, una magnífica palabra de las muchas que tiene nuestra riquísima lengua para llamar a una mentira, una falacia o un embuste. Recuerdo que de pequeños jugábamos a un juego que se llamaba «correr la bola» que, aunque más inocente que las actuales cadenas de bulos de las que hemos hablado, consistía también en cierto modo en lo mismo: acercábamos nuestros labios al oído del más cercano para decirle en voz baja algo que otro no quería que se supiera instándole al final a que se lo repitiera al siguiente diciendo «¡que corra la bola!»

Y la bola corría, claro, corría...

Notas:
(1) Marín Royo, L.M. El habla en la Ribera de Navarra.
(2) XLS. 
(3) DLE. RAE.
Imagen de Roland Schwerdhöfer en Pixabay















2 comentarios:

  1. Hacia mucho tiempo que no oía la expresión: pasa la bola!!
    Ahora rara vez la utilizamos .

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  2. Y tan rara...Es curioso las cosas que le vienen a uno a la cabeza cuando se pone a escribir. 😁

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