«¡Un momentico, que la están peinando!». Cuántas veces habremos escuchado esta exclamación pidiendo paciencia cuando alguien apremia o mete prisa a otra persona para que finalice un asunto o una tarea.
El origen de la expresión proviene de la lengua de germanías del siglo XVI con el que se decía "peinar la baraja" a lo que hoy entendemos por "barajar". Había que barajar los naipes despacio, entremezclándolos como el peine y el pelo, para evitar las trampas y las suspicacias en el juego. El jugador que iba perdiendo trataba de apresurar al que barajaba despacio para tratar de recuperar lo antes posible lo perdido. De ahí surgió el dicho, para pedir paciencia a los jugadores que increpaban al que tenía que repartir las cartas. (1)
Un consejo que solían dar los médicos a muchos de sus pacientes era «tranquilidad y buenos alimentos» con las que les recomendaban que no incurrieran en acciones o en comportamientos que perjudicasen su salud, sino que se lo tomaran con sosiego dejando a un lado la angustia, la preocupación, el nerviosismo o cualquier otra perturbación negativa del estado de ánimo. (2)
Con el tiempo la frase vino a ser una especie de "mantra" para sosegarnos cuando tenemos que enfrentarnos a situaciones tensas o complicadas.
Otro dicho popular, muy cuestionado respecto a su origen es «vísteme despacio, que tengo prisa». Galdós adjudica en sus Episodios Nacionales al Rey Felón la paternidad de esta frase. Según el escritor, Fernando VII la dirigió a su ayuda de cámara cierto día en que éste no acertaba a colocarle bien las ropas.
Carlos III o Napoleón Bonaparte son otros candidatos propuestos a su autoría, aunque el verdadero origen de la misma parece estar, según el historiador romano Suetonio en el "apresurate lentamente" que dirigía el emperador Augusto a sus ayudantes. (3)
En cualquier caso, empleamos esta frase para señalar que la excesiva prisa, la precipitación, a veces no ayuda a adelantar una tarea, sino que muchas veces la retrasa y la echa a perder. (4)
Escribiendo, escribiendo se me ha pasado el tiempo volando y tengo más cosas que hacer. En pocas palabras, «me ha pillado el toro». De indudable origen taurino, utilizamos este modismo para indicar que se nos ha terminado el plazo o el tiempo para realizar algo, con las consecuencias negativas que ello comporta. (5)
Y eso nos pasa por dejar para el último momento lo que debemos hacer.
Notas:
(1) Petty y sus cosas.
(2) Frases españolas.
(3) Errazkin, I. Hasta la coronilla. Autopsia de los Borbones.
(4) Buitrago, A. Diccionario de dichos y frases hechas.
Quién iba a decir que la baraja es la explicación de un momentico que la están peinando.
ResponderEliminarPor cierto la baraja de la imagen corresponde a una baraja aragonesa?
La verdad es que el origen del dicho es muy curioso. Yo tampoco me imaginaba que la cosa iba por la baraja. En cuanto a la imagen, se trata, según la web de la que está tomada, de una baraja española del siglo XVI.
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