Un maestro relojero conjuga la artesanía con la ingeniería mecánica más avanzada y además debe poseer una gran vocación y una dedicación máxima. Es una profesión a la que cuesta mucho acceder, que requiere una formación muy rigurosa y exigente, equiparable a la de los títulos universitarios en ingeniería mecánica.
La meca de la industria relojera, como todos sabemos, está en Suiza, donde el programa de formación más básico en Relojería suele llevar cuatro años pero se deben dedicar al menos seis si se quiere aspirar a estar entre los mejores. (1)
España solo tiene un lugar oficial en el que estudiar Relojería y, aunque históricamente nuestro país no ha dado grandes relojeros, ha sido siempre una profesión muy admirada y considerada de gente muy inteligente.
De ahí el dicho que nos ocupa, «El más tonto, relojero», formulado también como «El más tonto hace relojes». Tanto una como otra versión sugiere de una forma coloquial que hasta las personas menos preparadas, pese a que se pueda dudar de sus capacidades, son lo bastante inteligentes como para realizar grandes y sorprendentes logros. (2)
La frase equivale, en algunas circunstancias, a un aviso para no dejarse llevar por las apariencias, especialmente como advertencia a los forasteros sobre lo difícil que es engañar a los naturales de un lugar aunque parezcan muy rústicos. (3)
Es frecuente que los dichos a los que hemos aludido se alarguen diciendo: «El más tonto, relojero... y le sobraban piezas» y también «El más tonto hace relojes de madera... y encima andan» con lo que aún se resalta más el sentido innato de listeza e ingenio de aquellos a los que se refieren. (4)
Hablar de relojes me recuerda la película "Trece minutos para matar a Hitler", la historia real de Georg Elser, un carpintero de la Resistencia que ideó un artefacto explosivo de relojería para intentar asesinar a Hitler en Munich el 8 de noviembre de 1939.
No surtió su efecto por tan solo trece minutos de diferencia, ya que el Führer abandonó su podio antes de lo previsto. De haber alcanzado el éxito, Elser habría cambiado la Historia al librarnos de toda la cúpula del Tercer Reich de un plumazo. (5)
La película no es para un Oscar pero el hecho de tratar este episodio desconocido para la mayoría quizás por haber sido intencionadamente ocultado, la hace bastante recomendable de ver.
Notas:
(1) Revista GQ.
(2) Buitrago, A. Diccionario de dichos y frases hechas.
(3) Venta del Moro.
(4) Marín Royo, L.M. El habla en la Ribera de Navarra.
(5) FilmAffinity.
Muy listos los relojeros,además de cuántas veces habremos oído decir en casa esa expresión 👌
ResponderEliminar👍 Pues sí,no es extraño que un buen reloj sea caro, ¿verdad?
ResponderEliminarJeje. Y aun los baratos. Si pensamos un poco, un reloj de cuarzo de 3 euros, en apariencia tan sencillo, esconde dentro un chip mucho más complejo de fabricar, partiendo de materias primas básicas, que cualquier maquinaria de relojería clásica. Paradojas del progreso tecnológico😉
ResponderEliminarCierto, Ramón. La verdad es que cualquier reloj por barato que sea es una gran obra de ingeniería que hay que valorar como se merece. Gracias por comentar.
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