Más cuento que Calleja, cuentista, tener mucho cuento, vivir del cuento, estomagar

Los cuentos son narraciones breves de ficción que cuentan con un reducido número de personajes, un argumento sencillo y una intención pedagógica. (1) Aunque los hay de muchas clases siempre vienen a nuestra mente los tradicionales y maravillosos cuentos infantiles con los que todos hemos crecido.

Perrault, los hermanos Grimm, H.C.Andersen... son algunos de los  autores clásicos de cuentos infantiles y están considerados entre los mejores cuentistas de la historia por la influencia que han ejercido sobre tantas y tantas generaciones que les sucedieron.

Lamentablemente con el tiempo «cuentista», en origen la palabra que designa el honrado oficio de contar, narrar o escribir cuentos como género literario, pasó a ser considerada un insulto aplicado a quienes se dedican a llevar rumores, embustes, murmuraciones o chismes. (2) Y también a la gente muy fantasiosa, propensa a poner con asiduidad excusas poco creíbles.

No es de los insultos más graves que se pueden proferir e incluso a muchos de nosotros nos lo han llamado con cariño nuestros padres cuando éramos pequeños y exagerábamos una dolencia o enfermedad para no ir al colegio y quedarnos en casa.

Otra expresión con el mismo sentido es «tienes más cuento que Calleja», dicho dirigido a quien es mentiroso, quejicoso o fingidor, exagerando las cosas que le afectan particularmente. (3)

En este caso la comparación se refiere a un personaje real, el editor Saturnino Calleja, que entre finales del siglo XIX y principios del XX publicó una ingente cantidad de cuentos para niños y jóvenes, en especial en ediciones baratas pero muy bien presentadas.

Aunque publicó toda clase de textos ha pasado a la posteridad por esta colección de cuentos económicos, casi al alcance de cualquier bolsillo, que se coleccionaban como si fueran cromos ya que medían 7 centímetros de alto por 5 de ancho. (4)

Tantos cuentos publicó la Editorial Calleja que rápidamente se popularizó la expresión «tienes más cuento que Calleja», que señala a quien posee una gran inventiva, pone excusas inverosímiles tratando de justificar su conducta, exagera lo que le pasa y le echa a cualquier situación mucho embuste. (5) También se dice de tales personajes que «tienen mucho cuento» aludiendo a la materia fabulosa y legendaria de los relatos infantiles. (6) Se trata, en suma, de quienes intentan librarse de todo con cualquier excusa.

Por último, esto nos lleva inevitablemente a referirnos a quien le gusta «vivir del cuento», es decir, a quien vive sin trabajar y aprovechándose de los demás con engaños y artimañas. A todos nos vienen a la mente algunos de estos parásitos de la sociedad.

En mi caso debo mencionar a todos esos famosillos de tres al cuarto que salen en los programas de cotilleos de la televisión contando con quién se acuestan y a quién engañan a cambio de unos euros

Y, por supuesto, a esos presuntos "periodistas" más parecidos a buitres que viven del cuento de los que viven del cuento.

Me pasa como a la abuela, que no los puedo «estomagar», (7) maravillosa expresión con la que ambos queremos decir  que no los aguantamos, que los aborrecemos. Vamos, que nos parecen vomitivos.

Notas:
(1) Blog de español.
(2) Definiciona.
(3) Doval, G. Del hecho al dicho.
(4) Podiprint.
(5) Blogs20minutos.
(6) Celdrán, P. Inventario General de Insultos.
(7) De este vocablo hablamos en una entrada anterior.
Imagen: Ousferrats.








2 comentarios:

  1. Los cuentos de Calleja ,no los he conocido.Me imagino que los que aparecen en la imagen que has puesto,corresponden a los de Calleja.

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  2. Creo que sí, al menos uno de ellos. Yo tampoco los he conocido pero gracias a él los niños pobres españoles pudieron leer cuentos como El Patito Feo, El Soldadito de Plomo, Blancanieves, La Cenicienta, Hänsel y Gretel, La Bella Durmiente, El Gato con Botas...y muchos más que nunca se les hubiera pasado por la imaginación pues eran muy baratos pero tenían unas ilustraciones maravillosas.

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