El desencanto generalizado de la sociedad hizo que se fuese generando un movimiento revolucionario que culminó en un levantamiento por cuya causa la reina Isabel II tuvo que abandonar el país.
El levantamiento vino precedido por un insistente rumor en las calles «¡Se va a armar la gorda!», con el cual se aludía a los serios conflictos que se avecinaban. Con "La Gorda" la gente se refería al levantamiento militar que finalmente estalló en septiembre y que perseguía el establecimiento de la I República. A esta revolución, que luego resultó no ser tan gorda, se la llamó "La Septembrina" por haber tenido lugar en dicho mes y también "La Gloriosa". (1)
Hay quienes dicen que "La Gorda" era también un cruel y caricaturesco apelativo referido a la envergadura física de la reina que fue depuesta. Esto no está suficientemente demostrado aunque la monarca estaba, efectivamente, digamos que bastante entrada en carnes y además "disfrutaba" de un gran número de apelativos entre el pueblo. (2)
Con el paso del tiempo la expresión "se va a armar la gorda" pasó a tener el significado que le damos hoy en día de augurio de un acontecimiento que todavía no ha ocurrido, aunque se prevé que ocurra en muy poco tiempo, dando por supuesto además que desencadenará consecuencias violentas o muy llamativas y sonadas, (3) pudiendo ser desde una guerra a una trifulca familiar.
Una trifulca o bronca monumental en una taberna del Madrid de los Austrias en el siglo XVI fue también el origen del dicho «armarse la marimorena».
La tabernera era conocida por María Morena, aunque no queda claro si Morena era su apellido o un apodo por el color de su pelo. En lo que sí se ponen de acuerdo los estudiosos es en que debía de ser una mujer de armas tomar, más que acostumbrada a lidiar con clientes que bebían más de la cuenta o que querían irse sin pagar.
Se cuenta que todo comenzó al negarse a servir su mejor vino a un grupo de soldados, ya que lo tenía reservado para los clientes de mayor abolengo que frecuentaban la taberna. Tras su negativa comenzó una pelea a gran escala en la que llovían tortas como panes. Y como la que más repartió fue la tabernera, su fama se extendió por todas partes hasta llegar a nuestros días, que todavía decimos "se ha armado la marimorena" o "se va a armar la marimorena" como sinónimo de riña o bronca. (4)
Otro dicho similar y también con origen histórico es «armarse la de San Quintín», utilizado para describir un gran alboroto, una pelea, riña, confrontación o discusión muy violenta.
Hace alusión a la Batalla de San Quintín, en la que el ejército español derrotó estrepitosamente al francés en dicha ciudad del norte de Francia. Si bien España sufrió muchas bajas, peor les fue a los franceses cuyo país se sumió en luchas internas y disputas de religión durante cuarenta años a consecuencia de su derrota. (5)
Felipe II quedó tan contento que ordenó la construcción del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial para conmemorar la victoria, ya que ésta tuvo lugar el 10 de agosto de 1557, día de San Lorenzo, con lo que también rendía homenaje al santo de la fecha en cuestión.
Hay muchas otras expresiones similares como "armarse un belén", "armarse la de Dios es Cristo", "armarse un cirio", "armarse un cacao", "armarse un rifirrafe", "armarse un tiberio", "armarse un cisco",... pero creo que las tres a las que nos referimos en la entrada son las que hemos podido escuchar más frecuentemente en Torrellas o de labios de torrellanos.
Además, ya está bien de tanto jaleo y escándalo, ¿no os parece?
Notas:
(2) Academia Play.
(3) Origen de las expresiones.
(4) Yorokobu.
(5) Portal Solidario.
Imagen: España en Tiempo Modernos.
similares son armarse la de Dios es Cristo o la muy Zaragozana acabar como el Rosario de la Aurora,por cierto en la entrada leo un dicho que merece un aparte,llover hostias como panes , un saludo.
ResponderEliminarBien traído lo del Rosario de la Aurora, quizás le dediquemos una entrada.
ResponderEliminarEn cuanto a la lluvia de tortas como panes se trata de una analogía entre el trabajo del panadero y el del cura, ya que una hostia o forma consagrada no deja de ser pan en el fondo, aunque de paso se juegue con su otro sentido de golpe, puñetazo o bofetada.
Por cierto que hay varias películas notables por la lluvia de hostias como panes que ofrecen. A mi se me ocurren ahora algunas como las de Sherlock Holmes de Robert Downey Jr., planificadas y ejecutadas en su cabeza antes de arrearlas; las que reparte Jason Stratham en Transporter 3, las que arrea Matt Damon con una revista en El Mito de Bourne y las hostias místicas y sin variar la expresión de la cara de Steven Seagal en cualquiera de sus películas.
Abro hilo por si se quiere añadir alguna más. Yo creo que hay muchas...
Nota: bien es sabido como acabo el Rosario de la aurora, a farolazos.
ResponderEliminar.
Todas son muy oídas y utilizadas a menudo, mi favorita : se va armar la marimorena,cuando la escuchas ,nada bueno va a ocurrir.
ResponderEliminarSeverino, definitivamente tendremos una entrada sobre los farolazos del Rosario de la Aurora.
ResponderEliminarYo no utilizo mucho ninguna de ellas, Mimi, pero me quedo con la de San Quintín. 👍
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