Explicación que, si bien no es errónea, se queda lejos de precisar todos los matices de esta maravillosa interjección a la que se considera malsonante pero que, como tantas otras, hace mucho tiempo que se convirtió en una muletilla cotidiana e inofensiva.
Los significados del "¡jodo!" aragonés varían en función del número de vocales con las que se pronuncie o se escriba, según el énfasis que se le quiera dar, como podemos ver en esta imagen. (2)
Lo cual produce frases como éstas:- "¡Jodóoo, la hostia que se ha pegao el chaval!".
- "¡Joodoo, vaya cochazo!".
- "¡Joodo, cualquiera mete el morro en el café, me he quemao la lengua!".
- "¡Jodó, qué carico está el jamón!".
- "¡Jooodo, qué canso qu'eres!".
Y otras muchas de no menos elocuencia y fuerza expresiva, ya que se puede decir que el "¡jodo!" nace de adentro.
A veces utilizamos la expresión «¡jodo petaca!», como una "interjección vulgar de enojado asombro" (3) sobre todo cuando nos cobran las cosas muy caras o en frases como "¡jodo petaca, cómo pica esta guindilla!".
Según los arabistas esta locución procede del dialecto andalusí, forma coloquial de la que proceden la mayoría de los arabismos del castellano.
Derivaría concretamente de "¡Hudju bitaquah!" ("¡tómalo, a la fuerza"!) grito ritual de guerra del beduino que "al herir a su enemigo le decía hudha 'anni wa'ana fulanu bnu fulan, 'toma esto de mi parte, que soy Fulano, hijo de Mengano'". (4)
"¡Hudju bitaquah!" a oídos castellanos sonaba algo así como /judu pitaca/. Siendo la U y la I más bajas que en castellano, en realidad sonaría como /jodo petaca/, exactamente lo mismo que seguimos diciendo hoy siglos después. (5)
Hay muchas expresiones en español que utilizan el vocablo "joder" además de como un vulgarismo para referirse al acto sexual como sinónimo de jorobar, dañar, fastidiar, estropear, descomponer, deshacer o vulnerar. Referirse a todas ellas requeriría un tratado que excedería nuestros límites. Por ello solamente vamos a ver dos.
La primera es «Joder la marrana» que no se refiere precisamente a un acto de zoofilia con la hembra del marrano o cerdo. La "marrana", en este caso, alude al mecanismo giratorio de la rueda de una noria hidráulica que sube el agua de los pozos.
El chirriar de ese engranaje recordaba de alguna forma al gruñido del animal por lo que, cuando alguien lo saboteaba atrancándolo con un palo o barra de hierro o echándole arena, se decía que "había jodido la marrana" fastidiando al propietario de la noria -o de un molino harinero en otras ocasiones- y a las personas a su cargo. (6)
Algunos autores apuntan, con ciertas reservas, que la expresión "joder la marrana" se referiría al hecho de molestar, incluso sexualmente, a una mujer judía o conversa, aprovechando el nombre del animal, cuya carne no podían comer y el apelativo de "marranos" que se les daba desde el siglo XIII a quienes profesaban la religión judía o eran conversos. (7)
Por último hablaremos de una expresión utilizada para indicarle a alguien que no le queda más remedio que fastidiarse o aguantarse con una situación que no es de su agrado. Se trata de «¡Te jodes, como dijo Herodes!» o su variante "¡Te jodes, como Herodes!".
Se cree que probablemente se usa el nombre de Herodes solamente por la rima ya que es absolutamente imposible demostrar que Herodes I, rey de Judea, Galilea e Idumea pronunciase alguna vez un aforismo tan culto y refinado como éste.
Bien es verdad que, pese a haber pasado a la historia como el instigador de la famosa Matanza de los Inocentes -que celebramos precisamente ayer, 28 de diciembre- se tuvo que joder porque no consiguió eliminar al que los oráculos consideraban como Rey de los Judíos, es decir, a Jesucristo. (8)
Algunos historiadores creen que dicho infanticidio fue un mito que el Evangelio de Mateo atribuye a Herodes y del que no existe base histórica. (9) Otros afirman que no se podría culpabilizar a Herodes del mismo, no por no ser capaz de llevarlo a acabo ya que la violencia y la crueldad le eran naturales, sino porque el hombre llevaba muerto cuatro años en el momento de nacer Cristo. (10)
En lo que sí estaremos todos de acuerdo es en lo a gusto que te quedas cuando le dices a alguien "¡Te jodes, como dijo Herodes!" y en lo mucho que jode que nos lo digan a nosotros.
¿O no?
ADENDA
Algunos me habéis hecho caer en la cuenta del imperdonable olvido de la expresión "¡Jodo, Pedrín!". En mi descargo diré que yo suelo utilizar más bien "¡Ostras, Pedrín!", que parece tener origen en los tebeos de Roberto Alcázar y Pedrín, unos detectives creados por la propaganda franquista y editados entre los años cuarenta y los sesenta.
Las "ostras" no tenían que ver con la gastronomía sino que eran un subterfugio para no tener que decir la malsonante "hostias" que entonces era considerada más impropia que ahora. (11)
Supongo que el "Pedrín" de las ostras se trasvasó también al "Jodo" por ser ambas expresiones de asombro utilizadas en situaciones similares.
Confío en que ahora la entrada os parezca más completa, aunque como ya he apuntado las expresiones derivadas de "¡Jodo!" no son infinitas, pero casi.
Notas:
(1) Coloquialmente.
(2) Enjoy Zaragoza.
(3) Frases por temas.
(4) El Castellano.org.
(5) Raíces de Peraleda.
(6) Blogs 20minutos.
(7) Buitrago, A. Diccionario de dichos y frases hechas.
(8) Wiktionary.
(9) Historia National Geographic.
(10) Fundación Jiménez Díaz.
(11) Fraseomanía.
Imagen: Errado de Aragón.