Hace muchos años, mientras miraba jugar al guiñote "al" Jesusín en el bar "del" Rodrigo, le escuché decir «¡Ya está el gato en la talega!», cuando a falta de un par de bazas para terminar la partida ya sabía que la iba a ganar.
Esta expresión se utiliza como exclamación de contento cuando se consigue un logro o algo que se pretende. También cuando se asegura un trato, cuando se coge a alguien cometiendo una falta y, en general, para llamar la atención sobre el hecho de haber encontrado la solución a un asunto.
Aunque se usa más en la versión reducida, hay gente que alarga la frase diciendo «¡Ya está el gato en la talega, míralo qué saltos pega!» lo que nos hace pensar en dos posibles interpretaciones del dicho.
La primera en sentido literal, como sería atrapar un gato y meterlo en una bolsa de tela, es decir, en una talega. Sin embargo parece más probable que proceda de la jerga de germanía utilizada por ladrones, malhechores y fulleros en el siglo XVII, donde podría significar "descubrir un dinero oculto" o simplemente "robar". No olvidemos que en aquella época se puso de moda llamar "gato" a la bolsa o talego donde se guardaba el dinero ya que estaba confeccionada con la piel de dichos animales. (1)
La interpretación literal nos hace pensar en tantos gatos cazados y metidos en talegas que eran vendidos por los mesoneros a sus comensales como si fueran liebres, desatando la permanente sospecha sobre lo que comían y dando lugar al famoso «Dar gato por liebre» del que en su día hablamos. Quizás por ello en algunos lugares de nuestro país se dice "gato en la talega, al día siguiente no llega". (2) La segunda explicación inevitablemente nos trae a la memoria otro dicho gatuno, «Aquí hay gato encerrado», mencionado asimismo en este blog. (3)
También pudiera ser que no tenga nada que ver con ninguna de las dos y simplemente se trate de buscar una rima entre "talega", "pega" o "llega" por motivos de expresividad.
En cualquier caso sí que me gustaría, antes de concluir, hacer una alusión a la etimología de la palabra "talega", que me parece interesante.
Proviene del árabe ta'líqa (bolsa que cuelga del cinto) y que dio origen a derivados como "talego" (menor que talega) como se llamaba en jerga al billete de mil pesetas y también a la cárcel. (4)
Y no olvidemos que en Torrellas se da uno un «talegazo» cuando se cae de costado de una forma aparatosa comparando el golpe que se da con el de una talega, saco donde se recogía antaño la harina, al caerse. (5)
Y es que el sufijo "azo" no trae nada bueno, sino siempre algún golpe como demuestran palabras como "tortazo", "guantazo", "manotazo" o "castañazo". (6)
Ninguna apetecible, ¿verdad?
Notas:
(1) Buitrago, A. Diccionario de dichos y frases hechas.
(2) Ver "Dar gato por liebre".
(3) Ver "Aquí hay gato encerrado".
(4) Etimologías de Chile.
(5) Raíces de Peraleda.
(6) Marín Royo, L.M. El habla en la Ribera de Navarra.
Imagen: Faiz Rahman.
Esta expresión se utiliza como exclamación de contento cuando se consigue un logro o algo que se pretende. También cuando se asegura un trato, cuando se coge a alguien cometiendo una falta y, en general, para llamar la atención sobre el hecho de haber encontrado la solución a un asunto.
Aunque se usa más en la versión reducida, hay gente que alarga la frase diciendo «¡Ya está el gato en la talega, míralo qué saltos pega!» lo que nos hace pensar en dos posibles interpretaciones del dicho.
La primera en sentido literal, como sería atrapar un gato y meterlo en una bolsa de tela, es decir, en una talega. Sin embargo parece más probable que proceda de la jerga de germanía utilizada por ladrones, malhechores y fulleros en el siglo XVII, donde podría significar "descubrir un dinero oculto" o simplemente "robar". No olvidemos que en aquella época se puso de moda llamar "gato" a la bolsa o talego donde se guardaba el dinero ya que estaba confeccionada con la piel de dichos animales. (1)
La interpretación literal nos hace pensar en tantos gatos cazados y metidos en talegas que eran vendidos por los mesoneros a sus comensales como si fueran liebres, desatando la permanente sospecha sobre lo que comían y dando lugar al famoso «Dar gato por liebre» del que en su día hablamos. Quizás por ello en algunos lugares de nuestro país se dice "gato en la talega, al día siguiente no llega". (2) La segunda explicación inevitablemente nos trae a la memoria otro dicho gatuno, «Aquí hay gato encerrado», mencionado asimismo en este blog. (3)
También pudiera ser que no tenga nada que ver con ninguna de las dos y simplemente se trate de buscar una rima entre "talega", "pega" o "llega" por motivos de expresividad.
En cualquier caso sí que me gustaría, antes de concluir, hacer una alusión a la etimología de la palabra "talega", que me parece interesante.
Proviene del árabe ta'líqa (bolsa que cuelga del cinto) y que dio origen a derivados como "talego" (menor que talega) como se llamaba en jerga al billete de mil pesetas y también a la cárcel. (4)
Y no olvidemos que en Torrellas se da uno un «talegazo» cuando se cae de costado de una forma aparatosa comparando el golpe que se da con el de una talega, saco donde se recogía antaño la harina, al caerse. (5)
Y es que el sufijo "azo" no trae nada bueno, sino siempre algún golpe como demuestran palabras como "tortazo", "guantazo", "manotazo" o "castañazo". (6)
Ninguna apetecible, ¿verdad?
Notas:
(1) Buitrago, A. Diccionario de dichos y frases hechas.
(2) Ver "Dar gato por liebre".
(3) Ver "Aquí hay gato encerrado".
(4) Etimologías de Chile.
(5) Raíces de Peraleda.
(6) Marín Royo, L.M. El habla en la Ribera de Navarra.
Imagen: Faiz Rahman.
Interesantes los dichos gatunos de hoy en la talega, recuerdo haberlos oído pero son muy graciosos y más si te imaginas el momento en el que se dicen👌
ResponderEliminarTienes razón, muchas veces importa más el momento y de quien lo escuchas para que un dicho se te quede. Y es que "el" Jesusín empleaba dichos y dicharachos con mucha gracia. 😂
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