26 Nochebuenas


Casi sin darnos cuenta pasa el tiempo como si fuera arena escurriéndose entre los dedos. Próxima una nueva Navidad la memoria me lleva, irremediablemente, a aquella tristísima noche en la que tuvimos que aceptar lo inevitable, que Carlos ya no estaría jamás con nosotros.

Fueron muchos días de alimentar ilusiones, de verle luchar por su vida, de agarrarnos a cualquier atisbo de esperanza...hasta que unas horas antes del fatal desenlace, aunque no quisiéramos decirlo, aunque no quisiéramos ni siquiera pensar en ello...nos fuimos a casa convencidos de que no tardarían en llamarnos, como así fue, para comunicarnos lo que nunca hubiéramos querido escuchar.

Las Nochebuenas siempre tienen algo de triste, especialmente cuando te vas haciendo mayor y compruebas que van quedando sitios libres a la mesa, los sitios de aquellos que ya no están y que tanto significaron para nosotros.

Aquella primera Nochebuena sin él, la más triste de mi vida, pudimos pasarla en compañía de todos gracias a que Jos y María Jesús nos reunieron en su casa. Si no hubiera sido así, creo que me la hubiera pasado llorando en cualquier rincón, rumiando la pena en soledad, como seguramente os hubiera pasado a vosotros.

Hoy, 26 Nochebuenas después, en este blog dedicado a Torrellas y sus dichos, quiero recordar a Carlos, el más torrellano de todos nosotros y el que más orgulloso estaba de ello a excepción de la abuela y de nuestras madres.

Lo justo sería hacerlo con palabras del pueblo o, al menos, aragonesas. Pero esta tierra nuestra, "suave como la arcilla, dura del roquedal", posee muchos vocablos para insultar y menospreciar al prójimo pero es muy parca en expresiones para reconocer los méritos del vecino.

Sin embargo, alguna hay, y la primera que me viene a la cabeza y que le diría la abuela es "pimpollo", de buen ver, lozano y atractivo, a lo que añadiría la "buena planta" y la "buena percha" que tenía, pues cualquier ropa que se ponía le sentaba perfectamente.

Después le diría "esclarecido", guapo y lustroso, limpio y aseado.

Añoro aquella sonrisa tan suya, en ocasiones un poco pícara, que parecía decir que poseía un secreto del que nadie más era conocedor

Siempre alegre, contagiaba su alegría a los demás pues era la suya una alegría de vivir, de disfrutar de todas las pequeñas cosas de la vida, de la comida, de la familia, de la amistad... Nada tenía suyo, todo lo compartía sin esperar nada a cambio, por el simple gusto de ser útil o de ayudar.

Hoy como ayer, decir Carlos es decir nobleza, grandeza de espíritu, generosidad, honradez... Sensibilidad para escucharte y comprenderte, para demostrarte su cariño. Valor para sostener sus convicciones y su verdad y al mismo tiempo estar abierto a la verdad de los otros.

Cuántas cosas le diría si lo tuviese delante pero, lamentablemente, la vida se nos va sin decirle a quienes queremos todo lo que les queremos hasta que un día es demasiado tarde para decírselo.

Le diría que no solo era bueno, sino magnífico, excelente... Que era extraordinario, asombroso, admirable, estupendo...palabras que la abuela resumiría en una: "¡cojonudo!".

Pero, por encima de todo, le diría lo mucho que echo de menos su "rasmia", su coraje, su empuje y su tesón, la energía y el garbo que tenía para todo.

Sé que mañana tendremos en algún lugar de la mesa la luz de una vela que nos recordará el vacío que nos dejó y haremos un brindis por él y por todos los familiares que se fueron.

Por mi parte, en algún momento me asomaré a una ventana y buscaré en el cielo nocturno aquella estrella a la que, hace 26 Nochebuenas y sin permiso de los astrónomos, bauticé con su nombre.

Os deseo una Navidad feliz y en paz.







La primera, en la frente; hacerse de cruces; al primer tapón, zurrapas

"[...] todo fiel christiano esta obligado a tener devocion con la santa cruz de Jesucristo nuestro señor [...], y por tanto nos hemos de acostumbrar, a signar y santiguar, haziendo tres cruzesLa primera en la frente, porque nos libre Dios de malos pensamientosLa segunda en la boca, porque nos libre Dios de malas palabrasLa tercera en los pechos, porque nos libre Dios de malas obras [...]" (1)

Ésta forma de "signarse" aparece ya en  muchas obras religiosas anteriores al siglo XVI para enseñar a la gente la forma correcta de hacerlo. Y es también el origen del dicho  "la primera, en la frente" que tiene que ver con la acción de hacer la señal de la cruz o de persignarse en la que se señalan tres cruces sobre el cuerpo: la primera, en la frente (el entendimiento), la segunda, en la cara (los sentidos) y la tercera ,en el pecho (el corazón, los sentimientos). 

Se trata de una especie de conjuro contra el mal y de invocación de la protección divina.  Era normal que cuando te pasaba algo malo y tuvieras tendencia a los malos pensamientos, palabras u obras, te santiguaras para evitarlo, o que tu interlocutor te dijera "la primera en la frente" para que supieras por dónde tenías que empezar a santiguarte. (2)

El mismo significado que "santiguarse" tiene la expresión "hacerse cruces". Cuando alguien "se hace cruces" demuestra sorpresa de una forma muy evidente "sintiéndose  tan alarmado como indignado ante algo que encuentra escandaloso o vergonzoso". (3) Esa es la razón por la que muchas personas se santiguan pidiendo la ayuda de Dios cuando se encuentran en alguna de esas situaciones o cuando algo les parece sorprendente o chocante

Nuestra lengua se fue impregnando desde sus orígenes por la cultura religiosa de los monasterios, incorporando muchas de sus expresiones, como es el caso de las anteriores. (4)

De ahí que "la primera, en la frente" indique que nada más empezar, algo ha salido mal. Nuestras madres y la abuela la utilizaban cuando, pese a sus consejos y advertencias, hacíamos algo que no podía empezar peor.

Y, tendremos que reconocer que, en ciertas ocasiones, "metimos la pata" y nos hicimos merecedores de que nos la dijeran.

Otra expresión muy torrellana con un significado similar aunque no de origen eclesiástico es "al primer tapón, zurrapas". También "indica que algo fue ya mal desde el mismo comienzo y que desde ese momento inicial estaba condenado al fracaso". (5)

"Zurrapas" tiene diferentes acepciones y teorías sobre su origen según los diferentes diccionarios y obras en las que aparece. (6) Pero la que aquí nos interesa se refiere a los sedimentos o pelillos que poco a poco se van posando en el fondo de una cuba o de una botella de vino y que reciben el nombre de "zurras" o pelos de zorras.

En este sentido, parece que la expresión alude a cuando se estrena o se abre por primera vez una cuba o una botella de vino y éste sale turbio y con estos pelos, cosa que cabría esperar, si acaso, al final, al tomar los últimos sorbos, pero no en los primeros. (7). Por ello se emplea esta frase cuando los malos resultados de algo se aprecian desde un principio, cuando algo no empieza bien

A las zurrapas se las conoce también como las "heces del vino" así que mejor beberlo antes de que acumule tan molestas impurezas.

Notas:
(1) (2) Medina, A. Breve Instruction, de como se ha de administrar el Sacramento de la penitentia, 1581. Stack Exchange.
(3) Frases españolas.
(4) García Remiro, J.L. "De cómo la vida monástica impregnó el lenguaje del pueblo con formas de hablar y expresiones que todavía perduran en nuestro idioma".
(5) (7) Doval, G. Del hecho al dicho.
(6) Palabraria.
Imagen de Christine Sponchia en Pixabay.





Meterse en camisa de once varas, meterse en un berenjenal

La de veces que habremos oído a la abuela o a nuestras madres decirnos esta frase cuando ellas, con muchísima más experiencia de la vida que nosotros, que éramos niños o adolescentes, veían que íbamos a complicarnos la vida enormemente pero sin necesidad.

Nos decían "no te metas en camisas de once varas" a lo que nosotros unas veces hacíamos caso y otras no, dándoles la razón o saliendo escarmentados.

El verdadero sentido del dicho es que no hay que meterse en lo que no te incumbe o no te importa aunque siempre lo hemos utilizado pensando que se refiere a no meterse en líos de los que además no vas a obtener ningún beneficio.

Una vara era la medida usada antiguamente para cortar telas y equivale a 83,5 cm. Un lienzo de tela de 11 varas, que mediría algo más de 9 metros, se veía como una pieza enorme, larguísima. Por similitud, en la Edad Media se usaba ese término de once varas para referirse exageradamente a algo muy grande, muy largo. Y por extensión, el 11 se consideraba un número indefinido usado para expresar la idea de muchos. (1)

En la época medieval era costumbre, al adoptar a un hijo, que quien iba a ser el padre adoptivomuchas veces un eclesiástico que deseaba un sucesor, lo metiera por la manga de una camisa muy amplia —de ahí la exagerada medida de once varas— y lo sacara por la cabeza, queriendo simbolizar con este recorrido un segundo parto.(2)

Estas adopciones eran un riesgo para ambas partes y algunas, evidentemente, resultaban fallidas, muchas veces por abusos de los adoptantes. Por ellola sabiduría popular acuñó una expresión dirigida a advertir de los peligros de la adopción a quienes buscaban en ella la solución de sus penurias económicas: no te dejes adoptar por cualquiera, «no te metas en camisa de once varas». (3)

Por eso se emplea cuando uno esta dentro de, o intenta enfrentar una situación o un problema,en donde no tiene ni la capacidad, ni la fuerza suficiente para salir adelante o es una situación a la cual en un comienzo no se le midió el grado de consecuencias para enfrentarla. (4)

Otro dicho muy relacionado con el anterior y muy oído a nuestras madres y abuela es "meterse en un berenjenal". Equivale a meterse en un embrollo, jaleo o lío del que es difícil salir.

Parece de origen inequívocamente campesino. Transitar por un campo donde crecen berenjenas es difícil a causa de sus tallos rastreros, a lo que se añade que su recolección es complicada debido a que esta hortaliza tiene unos aguijones que suelen ocasionar pinchazos y arañazos. Por eso los agricultores las recogen protegidos adecuadamente.

Los antiguos botánicos consideraban a esta planta venenosa, pues, en su opinión, causaba locura (en el siglo XVI esta planta era llamada manzana loca). (5)

Tampoco podemos olvidar que la berenjena es de color morado, color que en la lengua coloquial presenta con frecuencia connotaciones negativas. ("Pasarlas canutas/moradas"). (6)

Cultivada desde hace más de 2.000 años, originaria del sudeste asiático, transportada e introducida en África por los mercaderes árabes, desde donde se extendería a los países europeos con un clima más cálido la berenjena es objeto de muy mala fama.Se dice en algunos lugares: "La berenjena para nada es buena" o "la berenjena ni sacia ni llena". (7)

Lo que no me impedirá seguir disfrutando de ella cocinada en todas sus formas: frita, rebozada, rellena o gratinada... o en sabrosos platos como la "fritada" -el "pisto" aragonés- o la musaka.

No hay que hacer mucho caso de los dichos...cuando conviene.


Notas:
(1) Yorokobu.
(2) (6) Buitrago, A. Diccionario de dichos y frases hechas.
(3) (4)  Cervantes Virtual.
(5) Doval, G. Del hecho al dicho.
(7) Búho gurú.
Imagen: Un jubilado.



Que si quieres arroz, Catalina; como quien oye llover

"Vivía en la provincia de León un judío converso cuya esposa se llamaba Catalina. A ésta le gustaba tanto el arroz que lo consumía a diario y además se lo recomendaba a todo el mundo, como el remedio ideal para los males. Un día Catalina cayó enferma y como rechazara todo tipo de medicamentos, sus deudos decidieron servirle una escudilla de arroz, pero ésta lo rehusó también. «Que si quieres arroz, Catalina», le gritaban éstos una y otra vez. Pero Catalina entregó su alma a dios, rechazando lo que con tanto entusiasmo había aclamado en vida". (1)

Con esta curiosa historia se intenta explicar el origen de este dicho, tantas veces oído a la abuela y a nuestras madres. Siempre se ha utilizado cuando preguntamos algo y recibimos la callada por respuesta o cuando pedimos que alguien realice algo que se queda sin hacer.

Para algunos autores esta historia no es convincente ni tan antigua como para considerarla medieval. (2) A mi particularmente me convence más la explicación que da el doctor en Filología Semítica Federico Corriente que afirma que esta expresión es, en realidad, un arabismo

Para Corriente se trataría de un refrán que suena extraño en castellano "porque lo que tenía sentido era una expresión andalusí fonéticamente similar". Por ello sugiere la hipótesis de que "Tiríd ‘ala rrús, aqṭá‘ lína, la frase que se preguntaba a la esposa que se casaba por segunda vez, acabó convertida en “que si quieres arroz, Catalina”. En árabe, las palabras arroz y esposo suenan parecido". (3)

En cualquier caso, se prefiera una u otra teoría, el origen de este dicho sigue siendo bastante incierto. Pero su significado es claro y se aplica a quienes no hacen el menor caso de lo que se les dice. Por eso muchas veces se acorta diciendo: "que si quieres arroz" o simplemente "que si quieres", por aquello de economizar esfuerzos ante quien le va a dar lo mismo lo que le digas.

Otra expresión que nos decían de pequeños y que también se refiere a cuando no se hace caso de lo que se escucha o de lo que sucede es "como quien oye llover"

Se utiliza especialmente en las situaciones en las que una persona se dirige a otra y ésta parece no prestar atencióncomo quien, estando a cubierto, oye o ve la lluvia. (4) Y más, si es una llamada de atención, echando una bronca o una reprimenda a alguien.

Solamente he encontrado una posible explicación sobre el origen de esta expresión, la cual podría ser cierta pero al no haber podido hallar confirmación en otras fuentes hay que tomarla con precaución. En cualquier caso la transcribo literalmente:

"Su origen se remonta a la llegada de los conquistadores españoles a América, concretamente a su encuentro con los aztecas en 1519. 

Cuando Hernán Cortés se reunió con Moctezuma, el emperador americano llegó con todo su séquito, en el que se incluía un joven muchacho que ocupaba el cargo de Quiahuitlacapoc, una especie de sacerdote de Tlaloc, dios azteca de la lluvia

El Quiahuitlacapoc (que viene de quiahuitl, lluvia, y de acapoc, escuchar, sentir) tenía la función de escuchar e interpretar el sonido de la lluvia, ya que los aztecas creían que Tlaloc les enviaba mensajes a través de cada aguacero, ya fueran proféticos (pluviomancia) o, sencillamente, de orientación y organización de la vida y la sociedad. 

Este Quiahuitlacapoc llamó poderosamente la atención de los soldados españoles, que lo veían presente en los encuentros entre Moctezuma y Cortés pero ensimismado, ajeno a la conversación y escuchando la lluvia mientras su emperador se jugaba la suerte de su imperio. 

Tanto les sorprendió su papel y su abstracción que acabó siendo el centro de sus burlas. “El que oye llover”, como le apodaron, pasó a tener por tanto su significado actual, el de alguien presente en una conversación pero perdido en sus propios pensamientos". (5)

Estaréis de acuerdo conmigo en que es una hermosa interpretación y que bien podría haber ocurrido así.

De cualquier manera "como quien oye llover" es, por mi experiencia, una expresión muy acertadaLa lluvia se oye, es decir, "se percibe con el oido" (sobre todo el que está protegido de la lluvia) a diferencia de aquello que se escucha, es decir, "se oye con atención". (6)

De eso puedo dar fe. Los alumnos en clase muchas veces parecen atentos pero en realidad están a años luz del aula, navegando por el espacio sideral, en lugares muy, muy, muy lejanos...

Traerlos de vuelta a la realidad no siempre es tarea fácil y, cuando al fin lo consigues, siempre te dicen que no están distraídos, que te oyen. Lo cual no deja de ser cierto: te oyen... pero no te escuchan.

Eso, y no otra cosa, es estar como quien oye llover.


Notas:
(1) Junceda, L. Diccionario de refranes, dichos y proverbios. Blogs 20 Minutos.
(2) Iribarren,J.M. El porque de los dichos.
(3) "Que si quieres arroz, Catalina y otros arabismos en español". El País.
(4) Buitrago, A. Diccionario de dichos y frases hechas.
(5) Emitologías.
(6) Fernández Vera, A. Significado y origen de dichos españoles.
Imagen: El Radio.



Estar hecho un Cristo o un Ecce Homo, todo Cristo, todo María Santísima, a trasmano, más duro que el pie de Cristo


La religión, tan presente en nuestro país, ha dado como no podía ser menos multitud de dichos y proverbios, algunos piadosos y otros más o menos impíos.

Se dice en Torrellas que uno "está hecho un Cristo" cuando está desaliñado, sucio, con la ropa arrugada, revuelta y manchada. También se dice "quedar o poner como un Cristo" de alguien que, por la razón que sea, está herido, magullado y ensangrentado.

En el primer caso puede que solo venga de las fiestas del pueblo, cansado, con resaca...En resumen, hecho un desastre. O que vaya siempre desharrapado y desastrado, hecho permanentemente un Cristo. Por otro lado, uno se queda como un Cristo tras un accidente o le ponen como un Cristo tras una pelea. (1)

Las dos situaciones tienen que ver con la "imagen representativa que tenemos vulgarmente de Jesucristo, bien tras la flagelación atado a una columna o bien en la cruz crucificado. En ambos casos aparece magullado y latigado, chorreando sangre, con su corona de espinas, medio desnudo o cubierto con algún harapo o taparrabos, con llagas, etc. De modo que la comparación es muy gráfica". (2)

El mismo sentido tiene "estar hecho un Ecce Homo", que es la traducción al latín de las palabras que supuestamente dijo Poncio Pilato al presentar a Jesucristo a los hombres después de haberle castigado y antes de enviarle a la cruz; desde el balcón de la prefectura habría presentado a Jesús y, dirigiéndose al pueblo de Jerusalén habría dicho estas palabras, que significan "he aquí el hombre". (3)

Si se ha enterado todo el pueblo de lo que ha pasado, se dice que lo sabe "todo Cristo" y, a veces, "todo María Santísima". Esto siempre sirve para dar sensación de multitud, que vino todo el mundo a un lugar o a una celebración y que no faltó nadie en definitiva. (4)

Ya se sabe que la gente siempre se entera de todo, aunque haya ocurrido "donde Cristo predicó y no lo oyeron", "donde dio las tres voces", "donde perdió la zapatilla, la chancla, el chaleco, la alpargata, el gorro, el mechero..." ya que cualquiera de dichas expresiones se refiere a un lugar muy distante y extraviado. (5) Y eso siempre nos pilla un poco "a trasmano", es decir, apartado y fuera de los lugares frecuentados.

Ir a tales parajes puede ser fatigoso por lo que conviene comer algo en el camino, como un poco de pan o de queso. Lo malo es que pueden estar "más duros que el pie de Cristo". En este caso no nos referimos "a un pie ni a una estatua de Jesucristo sino a que la expresión puede proceder de unas bolitas, como cuentas de rosarios, muy duras que los muetes tudelanos empleaban jugando y que procedían de una planta que llamaban Pie de Cristo", (6) también denominada "ciencoenrama" o "potentilla reptans". (7)

Evidentemente hay muchos más dichos que nombran a Cristo. Estos son los que yo recuerdo que se utilizaban en mis tiempos en Torrellas.

Espero que aportéis los que sepáis en vuestros comentarios, aunque no sean del pueblo.


Notas:
(2) Etimologías de Chile.
(3) Hombre refranero.
(4)(5) Luis María Marín Royo. El habla en la Ribera de Navarra.
(6) Diccionario de la Lengua Española RAE.
(7) Fitoterapia.net
Imagen de pasja1000 en Pixabay



¡Casi nada es lo del ojo...!, mirar contra el gobierno, ojos a la virulé, ¡Ojo al Cristo, que es de caña!

No hay cosa que más nos "reviente", al menos a mi, que sufrir una caída o un golpe y que alguien se ría de nuestra desgracia. Y más cuando a eso se une el lógico dolor y la sensación de ridículo que, con razón o sin ella, experimentamos.

Por ese motivo muchas veces nos hacemos los valientes y decimos que no pasa nada aunque por dentro nos estemos sintiendo mal tras el percance sufrido y prefiramos ir a lamernos las heridas al resguardo de miradas ajenas.

Algo así debió sentir en 1857 el torero Desperdicios en la plaza del Puerto de Santa María cuando, tras ser repetidamente corneado por la res, buscó por la arena el ojo que le había vaciado y, diciendo “No es nada; no es nada”, fue a limpiarse la herida con papel de estraza. (1)

Se dice que la gente se lo tomó de una forma jocosa y que completaban la frase diciendo: "Casi nada es lo del ojo...y lo llevaba en la mano".  El dicho se hizo popular en Torrellas y en todo nuestro país para "subrayar burlonamente la actitud de quien, ante un grave trance, trata de minimizar la urgencia de una situación". (2) También se dice, con asombro, cuando a alguien le cuentan algo y equivale a "¡pues vaya!" o al más extendido "¡no jodas!".

Las desgracias ajenas son fuente inagotable de dichos y chascarrillos. De alguien que bizquea se dice que "mira contra el gobierno" o que  "tiene los ojos a la birulé" ya que se le dice "birolo" a quien es bizco o bisojo. (3)

No está claro si la expresión se escribe con "b" o con "v" ni si, como sostienen algunos autores, proviene del francés. Pero sí parece claro que, además de referirse al estrabismo que padecen algunas personas, hace alusión a tener el ojo amoratado por efecto de haber recibido un golpe o un puñetazo. (4) Incluso hay otros que extienden su significado a "lo que se hace desordenadamente", es decir, sin pensar, de mala manera o de forma atolondrada. (5)

Todo lo contrario de lo que significa otra expresión torrellana: "Ojo al Cristo que es de caña", con la que se da a entender que hay que tener cuidado con algo valioso que se puede dañar, romper o perder por lo que hay que extremar las precauciones.

Parece que en otros lugares cambian "caña" por "plata" y con ello "se advierte a alguien que vigile una cosa «por el riesgo que hay de que la hurten». Por ello es previsible que el dicho naciera a raíz de algún relato popular en el que se narrase el robo de algún cristo de plata". (6)

Incluso se usa, en la Ribera de Navarra,  como advertencia para que alguien no haga una cosa o no se inmiscuya en temas que no le importan. (7)

En una próxima entrega hablaremos más de los dichos referidos a Cristo.

Así que, "ojo al dato".


Notas:
(3) Manuel Gargallo Sanjoaquín. Notas léxicas sobre el habla de Tarazona y su comarca.
(6) Etnografía.
(7) Luis María Marín Royo. El habla en la Ribera de Navarra.
Imagen: Alchetron








"A las diez en la cama estés...", cantearse, zauril, chandra, bardal, pampurrias, "cuerpo triste, métete donde saliste"


Antaño en las zonas rurales como Torrellas, los entretenimientos nocturnos eran escasos y las labores del campo exigían madrugarAsí que se aceptaba como término del día el final de la luz solar, especialmente porque la luz artificial suponía un gasto extra y el descanso era realmente necesario para levantarse el día siguiente al alba y reanudar las tareas. (1) 

De ahí que todos procurasen seguir la recomendación del refrán "A las diez en la cama estés...". Y que incluso se completase el  consejo añadiendo: "… si puedes antes, mejor que despues", (2) ya que había que levantarse "al punto de la mañana", es decir, al amanecer o a primera hora del día. (3)

Una vez acostados había quien "no se canteaba" (4) en toda la noche, es decir, no se movía ni parecía que en su sitio hubiera dormido nadie. Y quien, por el contrario, no podía estarse quieto dando más vueltas que un "zauril". Palabra curiosa donde las haya, suele aplicarse a los niños pequeños con el sentido de inquieto, enredador y travieso y a cualquier adulto que no para quieto por ser activo, dinámico o incansable. (5)

Ni qué decir tiene que alguien que duerme como un zauril suele dejar la cama completamente deshecha y las sábanas y almohada en completo desorden

Aunque no era lo normal, siempre había quien dejaba las camas "sin hacer" bien porque era una "chandra", (6) es decir, descuidada en los quehaceres domésticos, poco hacendosa; bien porque consideraba que era un esfuerzo innecesario siendo que luego las volvería a deshacer o bien porque era una adelantada a su tiempo y creía que hacer la cama era malo para la salud como defienden hoy algunas teorías. (7)

Obsérvese que he utilizado "chandra" en femenino ya que, aunque existe el mismo término en masculino, en aquellos tiempos era impensable que los hombres se ocupasen de las tareas domésticas y, si alguno lo hubiera hecho habría sido muy mal visto.

La cama sin hacer da muy mala impresión y por aquel entonces se hubiera dicho que estaba hecha un "bardal". Este vocablo en Torrellas equivale bien a un sitio con zarzas como aquellos a los que íbamos de pequeños a coger moras o bien a la cubierta de espinos, sarmientos, hojarasca o broza que se pone, asegurada con piedras o tierra, sobre las tapias de los corrales o de las huertas. Es una forma de impedir o dificultar el escalo desde fuera. (8)

Esta última comparación de la cama no hecha con un bardal es bastante gráfica y no necesita mayor explicación. Pues, ¿quién de nosotros no ha dejado alguna vez la cama sin hacer por falta de tiempo o de ganas?

Claro que más tarde o más temprano (mejor a las diez o antes como aconseja el refrán) hay que volver a acostarse.Y, en verdad, da "pampurrias", (9) o sea,  desgana y rechazo hacerlo en una cama que lleva deshecha todo el día.

Pero, si no hay más remedio, al menos acordémonos de otro dicho de la abuela sobre esta cuestión: "Cuerpo triste, métete donde saliste".

Notas:
(1) 1de3
(3) (4) (5) (9) Luis María Marín Royo. El habla en la Ribera de Navarra.
(6) Fernando Pérez de Laborda. Diccionario de Valdizarbe y Valdemañeru.
Imagen Yorokobu.






¡Arre!, ¡so!, ¡huesque!, ¡pasallá!, galera

Yo soy el amo de la burra
y en la burra mando yo,
cuando quiero digo ¡Arre!,
cuando quiero digo ¡So!


Esta copla del gran cantador de jota Cecilio Navarro (1) ilustra perfectamente algunas de las voces onomatopéyicas que se les dicen a las caballerías para que obedezcan. 

Mis recuerdos de niño, de los primeros veranos pasados en Torrellas, están muy ligados a los "machos" o mulos. Eran unos animales fuertes, vigorosos y ágiles que me producían al mismo tiempo fascinación y mucho respeto.

Por aquellos años aún se veían muchos en el pueblo pues se usaban para el trabajo en el campo, para arar, para recoger, para segar, para trillar... Fueron motivo de orgullo para sus dueños hasta que los tractores y el progreso agrario los fueron relegando.

Volviendo al lenguaje con los animales, todos conocemos de siempre las expresiones "¡arre!" y "¡so!", las famosas "voces de arriero" de los crucigramas. La primera para estimularlos a que se muevan hacia adelante y la segunda para frenarlos

Parece ser que en muchas lenguas de nuestra península, en el italiano y en el árabe africano, la raíz "rr" es común para indicar una orden de marcha y la raíz "s" para parar o bajar. En euskera tendrían su equivalente en las voces "aurrera" y "atzera". (2) De arre bien podría provenir asimismo el verbo "arrear".

Pero también recordaremos las voces ¡uesque! para que el macho fuera hacia la izquierda y, por el contrario, "¡pasallá!" para que fuera hacia la derecha. Ambas expresiones me parecían entonces exclusivas de Torrellas aunque son comunes en todo Aragón e incluso en Navarra, con algunas diferencias de pronunciación. (3)

Cuando las oían, los animales tenían que echarse a un lado u otro del camino o de la carretera porque iban a cruzarse con otro carro o "galera". (4) Las galeras eran aquellos carros enormes que tenían que ser tirados por varias mulas y que servían para transportar grandes cargas o incluso a varias personas. Creo que todos nos hemos subido alguna vez a una galera, aunque fuese para ver las vacas sin peligro en la plaza durante las fiestas.

Así que ya sabéis, cuando montéis en galera o en caballerías, cuidado porque no es lo mismo arre que so, ni uesque que pasallá.

Notas:
(1) Gran Enciclopedia Aragonesa.
(2) (3) Fernando Pérez de Laborda. Diccionario de Valdizarbe y Valdemañeru.
(4) Luis María Marín Royo. El habla en la Ribera de Navarra.
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La campana María, calor forastera, Calicuarto, se caga la perra, orage

Nunca deberíamos olvidar que los refranes y dichos populares sobre el tiempo atmosférico, hoy lamentablemente bastante relegados, surgieron de la meticulosa observación de los agricultores -y en la costa, de los marineros- cuya vida y trabajo dependían de las condiciones del clima. (1)

Aprender a leer el cielo para poder sobrevivir se convirtió, tanto en Torrellas como en cualquier otro lugar, en una parte fundamental de la sabiduría popular.

"Hoy se hiela hasta la campana María" se dice en el pueblo cuando hace un frío extremo. Parece ser que el dicho proviene de Tudela (2) y  se refiere a la mayor de las campanas de su catedral que ostenta el nombre de "María" y que debe soportar el helador cierzo del Moncayo

La mayor parte de las campanas son anónimas pero las que han sido nombradas pueden haberlo sido por varios rituales: por la costumbre de ponerles el nombre del patrón por el que tocan o santo al que van dedicadas, incluso de la localidad a la que pertenecen o, simplemente, por distinción. (3) Son bastantes las catedrales e iglesias que, curiosamente, nombran "María" a la más grande o a la que mejor suena de todas las campanas del campanario.

Si alguien dice que hace calor cuando, en realidad, hace frío se le contesta con mucha sorna en Torrellas que lo que tiene es "calor forastera", es decir, frío. Esta  forma irónica de responder tiene bastante sentido, pues el DLE recoge como "una de las acepciones de forastera: ‘extraño o ajeno’. Por tanto, una calor forastera, sería una sensación térmica distinta de la que se nombra o sobrentiende". (4)

Se dice que la sensación térmica que uno experimenta es bastante particular, por lo que no deberíamos asombrarnos cuando en invierno vemos a personas sobreabrigadas o a otras con prendas veraniegas absurdamente adaptadas a la temperatura de la calle

Con respecto a estos últimos se dice en Torrellas que van como el "Calicuarto", expresión que escribo con mayúscula aunque no tengo la menor idea de si se refiere a algún mítico personaje. Nada he encontrado al respecto ni en la bibliografía ni en la weblogía consultadas. Así que se admiten aportaciones que proporcionen luz a este misterio. Lo que sí está claro es que cualquier natural de Torrellas te dirá que vas como el Calicuarto si no vas vestido como un noruego en invierno.

Otra expresión torrellana aplicada al frío, un poco escatológica y que vale igual para un roto que para un descosido, es "se caga la perra" o "se va a cagar la perra". En cualquier caso siempre sirve para indicar que sucede o va a suceder algo excepcional, que causa o causará impacto, y puede ser para bien o para mal. (5)

Por eso se puede decir "hace un frío que se caga la perra" -quizás porque "cagarse" significa también "acobardarse"- o "vamos a hacer unas Fiestas que se va va a cagar la perra" para indicar como no se ha visto nada igual.

Dejo para el final "orage" -"oraje" u "orache" en otros lugares- utilizada en Torrellas aunque tiene su origen en el término francés "orage" (=tormenta). Se refiere al tiempo muy crudo de lluvias, nieve o granizo y también de vientos fuertes. (6) La expresión proviene, en realidad, del latín "Aura" (=aire o viento) y está relacionada también con otra palabra muy torrellana como es "jorear" o "joriar" de la que nos ocuparemos en otro momento.

Mientras, sigamos el sensato consejo que nos daba la abuela: tanto si se hiela la campana María, como si se caga la perra, como si tenemos calor forastera, y más aún si vamos como el Calicuarto, lo mejor es quedarse, como los conejos, quietos en el "cado"  hasta que se pase el orage.

Dedicado a Severino, "Calicuarto" y a Rafa, "orage".

Notas: 
(1) El tiempo hoy.
(2) Luis María Marín Royo. El habla en la Ribera de Navarra.
(3) ABC. Campanas bautizadas con nombre propio.
(4) Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
(5) Diccionario Libre.
(6) DivulgaMeteo.
Imagen de Gerhard Bögner en Pixabay.