
Casi sin darnos cuenta pasa el tiempo como si fuera arena escurriéndose entre los dedos. Próxima una nueva Navidad la memoria me lleva, irremediablemente, a aquella tristísima noche en la que tuvimos que aceptar lo inevitable, que Carlos ya no estaría jamás con nosotros.
Fueron muchos días de alimentar ilusiones, de verle luchar por su vida,...